Nelson Acosta Espinoza
Nos encontramos el día pautado. Martes 19 de los corrientes en la sede del Colegio de Abogados del Estado Carabobo. Intelectuales, operadores políticos y líderes sociales de cuatro estados (Carabobo, Miranda, Zulia y Lara) participaron en este Primer Encuentro del Pensamiento Progresista del País. Intervinieron, con sus respectivas ponencias, nueve estudiosos y "prácticos" de la actividad política. Se abordaron los temas propuestos (Progresismo como identidad política, el progresismo como relato alternativo, progresismo y federalismo). Estos contenidos fueron tratados por estos nueve ponentes quienes asumieron los dilemas e interrogantes presentes desde una diversidad de encuadres teóricos. A pesar de la pluralidad, coincidieron en un punto esencial: la necesidad de recuperar la dimensión intelectual para el quehacer político. Aspecto este esencial para poder iniciar la construcción del nuevo relato que compita y sustituya al que ha prevalecido en el país a lo largo del siglo pasado y del tiempo presente. Un punto a resaltar. La contemporaneidad teórica en las presentaciones de los expositores. Autores como George Lakoff, Drew Westen, Facundo Manes, Antonio Gutierrez Rubí entre otros, estaban incorporados en las elaboraciones de la mayoría de las exposiciones. Igualmente, conceptos derivados de las ciencias cognitivas (marcos cognitivos), del nuevo federalismo y la importancia del léxico respaldaban buena parte de las conclusiones políticas y las formulaciones de índole estratégico.
Hubo coincidencia entre los participantes en relación a la falta de claridad relacionada con el linaje político de la palabra progresismo. En Venezuela, por ejemplo, la han usado tanto las corrientes liberales como conservadoras de nuestra historia. El progresismo, entonces, sería un término al cual puede dársele diferentes interpretaciones en tanto práctica política y reflexión teórica.
Ahora bien, ¿cómo podemos leer este concepto en el momento actual del país? ¿Que significa ser progresista en la Venezuela de hoy? ¿A partir de que circunstancias sería posible elaborar un relato progresista?Bien, en el marco del evento intente dar respuestas a estas interrogantes. Veamos un resumen de mis consideraciones sobre este tópico. En principio me permití postular que unas de las contrariedades en el país es aquella que se expresa en la disputa entre un relato centralista, autoritario y, otro, que apuesta a la diversidad federal y a las autonomías políticas. Es probable, así lo sostuve, que no se comprenda a plenitud esta contradicción. De hecho los actores políticos no la asumen en su complejidad y riqueza política. Ello es debido a que estos actores (del oficialismo y del bloque democrático) se han constituido al interior de un marco cognitivo o relato político centralista. No han podido, aún, federalizar su discurso. ¿Qué significa esta última afirmación? Veamos. Federalizar el discurso implicaría despojarse de esa óptica que homogeniza al país y que le impide dar cuenta de la diversidad cultural y política que caracteriza a Venezuela.
Un relato federalizado supondría, en fin, asumir una definición de los venezolanos desde las regiones: soy venezolano en tanto larense, carabobeño, apureño, zuliano etc. Este relato, desde luego, iría acompañado por propuestas como la de las autonomías regionales y el federalismo fiscal, entre otras cosas. En fin, ser progresista en la Venezuela actual, significa apostar fuerte por la organización federal del país y "enmarcar" los temas políticos en una narrativa federalizada.
Esta apuesta estratégica es fundamental. Sobre todo hoy en día. Recordemos que la artificialidad de una Venezuela socialista pretende obliterar estas diferencias; cancelarlas y, en consecuencia, intenta suprimir su potencialidad política. Para eso, entre otras cosas, se "habilitó" por quinta vez al presidente Maduro.
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