lunes, 28 de enero de 2013

De nuevo: Looking for Adolfo Suarez




  • Nota: el 17 de septiembre de 2011, en este blog publicamos un artículo titulado "Looking for Adolfo Suarez", haciendo así referencia a la persona capaz de llevar adelante el proceso de transición del chavismo hacia una democracia plena. Esto, mucho antes de que existiera la MUD, las primarias y los acuerdos de unidad entre partidos. Tal vez nos adelantamos a los tiempos actuales, donde vemos que varios actores reclaman una "transición". A continuación, el artículo original, tal como fue publicado. El lector juzgará si estábamos en lo cierto.


Adolfo Suárez González fue el primer presidente de gobierno, entre 1976 y 1981, a la muerte de Franco, dictador que gobernó con mano de  hierro a España durante 40 años. Cuando el rey Juan Carlos le pidió la formación del gobierno, Suarez era "un perfecto desconocido para una mayoría del pueblo español. "


No obstante, a sus 43 años, con no pocas dificultades, fue capaz de aglutinar a un grupo de políticos de su generación que habían llegado a las convicciones democráticas por diversos caminos. Supo reunir, junto a «conversos» como él, a  social-demócratas, liberales, democristianos, etc., y, entre 1976 y 1979, desarbolar el régimen franquista con la complicidad de las fuerzas antifranquistas como el PSOE y, especialmente, del Partido Comunista de España y su líder, Santiago Carrillo, que denominó a Suárez como un "anti-comunista inteligente".

Emocionar para convencer


Nelson Acosta Espinoza

Dos agrupaciones con sede en la ciudad capital compiten por ejercer el liderazgo de la oposición en todo el país. Me refiero a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y la recién creada Junta Patriótica. La primera, más añeja (creada formalmente el 23 de Enero del 2008), concentra en su seno la representación de las direcciones de los partidos políticos y funciona como un foro donde se acuerdan primordialmente, aunque no exclusivamente, cuestiones de orden electoral. La nueva agrupación, liderada por el embajador Diego Arria, pretende impulsar una política más radical y menos colaboracionista en la lucha por lo que este político denomina “el rescate de la institucionalidad.

Mi municipio es mi país (Parte II)

Encendido del árbol de navidad, tradición del municipio Naguanagua

Miguel A. Megias
Sinopis:


En la entrega anterior decíamos que el municipio es el centro de la actividad de un ciudadano y de ahí la frase “mi municipio es mi país”. Que en relación a países europeos, la extensión geográfica de los municipios en Venezuela (y en general en Latinoamérica) cubren un área mucho mayor. Y que un municipio con autarquía (política de un estado que intenta bastarse con sus propios recursos) es una condición importante para llevar adelante el concepto de Estado Federal, tal como lo propone el Artículo 4 de la Constitución.


La autarquía municipal sólo es posible mediante la oportuna recaudación de impuestos. Desde el principio de los tiempos, ese ha sido el método para obtener recursos que permitan realizar obras que los individuos por si solos no podrían realizar. Los municipios tienen la potencialidad de exigir varios tributos referidos a la propiedad, a la actividad económica, a los espectáculos, a la publicidad y a los automóviles. Con los recursos así obtenidos, el Alcalde (con su cuerpo de directores y gerentes) lleva a cabo las obras y mejoras en vialidad, iluminación, ornato, seguridad, etc. Desde luego, a mayor recaudación, más se devuelve al ciudadano en infraestructura y servicios. Esta relación impuestos/servicios no es percibida por la mayor parte de los ciudadanos para quienes pagar impuestos es una obligación que se lleva a cabo con poco entusiasmo y sólo cuando es estrictamente necesario. Nuestro ciudadano no está acostumbrado a tener en cuenta que a mayores impuestos y a mejor recaudación, mejor calidad de vida. Un sueco entiende perfectamente que al pagar impuestos tiene un mejor sistema de correos, de vialidad, de seguridad, de escuelas, de parques, de entretenimiento. No así un ciudadano venezolano (o latinoamericano, en general). Será preciso educar a nuestra población; y al mismo tiempo, darnos políticos y directivos honestos que manejen nuestros dineros con criterios de eficiencia y honradez. Es decir, es preciso rescatar la noción de “servidor público”, lo que no es fácil.

Veamos, por ejemplo, los renglones y montos que según la memoria y cuenta que presenta una alcaldía en mi municipio (Naguanagua), en 2011:

Descripción                                                         Monto en Bs
Impuesto sobre inmuebles urbanos            12.615.033,54
Impuestos sobre actividades económicas  61.365.183,84
Impuesto sobre propaganda y publicidad    5.168.676,16
Impuesto sobre espectáculos públicos          4.363.077,48
Impuestos sobre vehículos                                   777.832,41

Por ser este municipio la sede de varios centros comerciales de gran tamaño, podemos ver que la recaudación sobre actividades económicas fue cinco veces lo recaudado por impuestos sobre inmuebles y 100 veces lo recaudado por impuestos a vehículos.

Se sabe que la fiscalización y cobro de los impuestos sobre actividades económicas es bastante directo: o me pagas o te multo y/o te cierro (tal vez esto se presente en forma un poco más “suave”, pero en esencia es así). En cambio, no hay forma de cobrar el impuesto al inmueble (¿me pagas o te expropio, por ejemplo? Impensable…) excepto cuando se requiere una “solvencia” municipal bien sea para la venta o enajenación del terreno o construcción. Creemos que ese el motivo por el cual el monto percibido por impuesto inmobiliario está muy por debajo del impuesto a la actividad económica, pues es de difícil cobro. Además, como dijimos en el artículo anterior, la mayor parte de la población habita en casas construidas sobre terrenos ejidos y por tanto no tienen la titularidad de la propiedad. Son propietarios “no propietarios”. Sólo poseen “bienhechurías”, es decir, construcción sobre tierra ajena. ¿Cómo cobrar impuestos a un sector marginal que no es dueño de su propiedad? Imposible, no sólo por el hecho de que no son dueños sino porque en su marco cultural el “pago de impuestos” no forma parte de sus conceptos, especialmente gracias al asistencialismo que ha prevalecido durante buena parte de los últimos 80 años de gobiernos.

El tema de la propiedad en las zonas marginales debe debatirse y resolverse para que los ciudadanos, todos, tengan la propiedad plena de sus habitats. De paso, esto significaría un enriquecimiento inmediato de los ciudadanos en las zonas marginales (barrios), por cuanto les permitiría valorar e hipotecar sus casas para obtener recursos que pudieran destinar a mejorar sus viviendas o para otros fines (montar sus propios negocios, por ejemplo). El ahorro real, tanto de ricos como de pobres, es su casa. Pero a quienes con esfuerzo y mucho trabajo han construido sobre terrenos ejidos, se les ha negado su propiedad.

En cuanto al impuesto a vehículos, que se supone sirve para mejorar las vías, la señalización, etc., sólo se paga cuando se va a vender el vehículo: se puede circular indefinidamente sin tener que pagar un céntimo al municipio pues no hay mecanismos que obliguen al dueño a pager el impuesto. De vez en cuando se producen “operativos” donde la policía municipal detiene a los conductores y le exige el pago de los “trimestres” (el pago al municipio, en teoría, es trimestral). Por lo general, esto conduce a hechos de corrupción: se le paga al policía, éste se hace la vista gorda, y el municipio, al final del día, no percibe ni un céntimo. El cobro del impuesto al vehículo se convierte así en una especie de “corrupción autorizada” que le genera un sobresueldo al policía. Adicionalmente, como hay municipios que cobran menores cantidades que otros, cuando se requiere vender un vehículo, por ejemplo, se “registra el pago” en el municipio que más convenga, aunque no sea donde se habita. Y no hay ningún mecanismo que obligue a hacer el pago en el municipio por el sólo hecho de que los ciudadanos de un municipio no están registrados oficialmente en ninguna parte (el empadronamiento no existe, en Venezuela).

En vista de que es competencia de las autoridades municipales reforzar el cobro de los impuestos la autarquía estará más cerca el día en que se comience a discutir abiertamente el tema de los impuestos, su evasión y las consecuencias que ello trae. Lo que está sucediendo actualmente es que los ciudadanos que pagamos –que somos los menos- estamos financiando a los que no pagan –una inequidad que debe, de alguna manera, resolverse con el consenso de todos.

Ahora bien, el ciudadano siempre será reacio al pago de impuestos y tratará, al menos en nuestros países en Latinoamérica, de evadirlos, pues no hay conciencia de que el pago se refleje en mejores servicios o en otros beneficios.

Pero ese será el tema del próximo artículo.

martes, 22 de enero de 2013

Reciclar el espíritu del 23 de enero

Firmantes del Pacto de Punto Fijo:
Rómulo Betancourt (AD), Jóvito Villalba (URD) y Rafael Caldera (COPEI)


Nelson Acosta Espinoza

El 23 de enero del año 1958 es una fecha emblemática. Se celebra no tan solo la caída de una dictadura de diez años, sino, igualmente, el inicio de un proyecto político. El Pacto de Punto fijo proporcionó sustentabilidad a la democracia que se reiniciaba en ese año. Por primera vez en la historia del país, actores políticos, corporaciones privadas, la institución eclesiástica y el mundo sindical se acordaron en proporcionar apoyo a este proyecto democrático.

Este acuerdo se concretó en los siguientes puntos: defensa de la constitucionalidad y del derecho a gobernar conforme al resultado electoral; gobierno de unidad nacional. Esto es, considerar equitativamente a todos partidos firmantes y otros elementos de la sociedad en la formación del gabinete ejecutivo del partido ganador y programa de gobierno mínimo común. Los firmantes fueron los representantes de Acción Democrática, Unión Republicana Democrática y el partido Social Cristiano COPEI. Desde luego, este compromiso político se acompañó con un proyecto económico y de desarrollo que giraría en torno a la creación de una industria sustitutiva de importaciones, expansión de la educación y salubridad pública y creación de polos de desarrollo.

Forma parte del conocimiento común el hecho del agotamiento de este acuerdo y sus perversiones que dieron inicio a la crisis de gobernabilidad que aún padecemos. No vamos a insistir sobre este punto. Si vale la pena resaltar un aspecto. En esos años se consolidó una cultura política democrática que ha servido de contrafuerte y ha resistido empujes autoritarios de distinto signos.

Mi municipio es mi país

Vista parcial  de un barrio de Caracas

Miguel A. Megias

Recientemente, en una conferencia sobre temas del federalismo, uno de los oradores expresó la frase: “mi municipio es mi país”, refiriéndose al vínculo existente entre el ciudadano y la institución de gobierno más cercana a él, que es el municipio.

Hoy quisiera ampliar este concepto, a mi juicio muy acertado. Efectivamente, nuestra cotidianeidad se desenvuelve generalmente en el entorno del municipio donde habitamos. En ese entorno trabajamos, nos transportamos, hacemos nuestras compras, y realizamos gestiones; y desde luego, es el municipio donde ocupamos nuestros ratos de ocio, donde nos reunimos con amigos y familiares y donde participamos en actos culturales, deportivos, etc.

El Observatorio dicta taller a la dirección del MAS


El lunes 19 de los corrientes miembros de la directiva de este Observatorio atendieron una gentil invitación del Secretario General del MAS (Movimiento al Socialismo), Felipe Mujica, para dictar un taller sobre Relato político y estrategias de modernización para las agrupaciones políticas. Esta actividad se desarrolló en el marco de las celebraciones del 42 aniversario de la fundación de esta agrupación política.

El taller se dictó a los miembros de la dirección nacional de l partido y contó, igualmente, con prestigiosos invitados de otros ámbitos del acontecer nacional. Esta actividad, desarrollada por el Observatorio, forma parte de un programa de extensión que esperamos implementar in company con otras organizaciones políticas y civiles con el objetivo es divulgar los aspectos significativos del relato federalista y los instrumentos organizativos y logísticos apropiados para darle contenido y viabilidad al mismo.

A continuación una galería de fotos de la celebración aniversario del MAS.





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domingo, 13 de enero de 2013

Observatorio: declaración de principios



Observatorio Venezolano de las Autonomías: Declaración de principios

El Observatorio Venezolano de las Autonomías es una ONG (Organización No Gubernamental) cuyo propósito fundamental es el estudio y divulgación de temas relacionados con las autonomías políticas, el federalismo como forma de gobierno y mecanismo de distribución del poder.

Sus objetivos son los siguientes:

  • Promocionar un estado federal y descentralizado;
  • Propiciar las autonomías políticas de los estados;
  • Promover la profundización de las autonomías municipales;
  • Propiciar y proponer leyes y reglamentos para la autarquía de estados y municipios;
  • Promover la documentación, investigación, divulgación y seguimiento de los postulados contenidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela;
  • Estimular la defensa de los derechos de los estados y municipios en su lucha por conseguir autonomía;
  • Propiciar publicaciones, encuentros, conferencias, foros, simposios y congresos relativos al tema de autonomías regionales y la reforma del estado;
  • Proponer la creación de premios, becas, subvenciones y similares a efectos de estimular el desarrollo de actividades de investigación y divulgación en el ámbito de las autonomías;
  • Propiciar y ejecutar convenios y encuentros con organizaciones similares, nacionales y extranjeras.


En relación a estos puntos, el Observatorio se propone, durante el año 2013 y sucesivos, iniciar campañas de captación de simpatizantes, organizar eventos, conferencias y foros y publicar textos para la comprensión y divulgación del federalismo.

Los actuales dirigentes de la organización somos fieles creyentes de que muchos de los problemas que aquejan a la sociedad venezolana encontrarían una solución justa y apropiada en la redistribución de poderes, tal como suponemos ocurriría en un estado federal y descentralizado. Para ello, es necesario contar con el apoyo que nos puedan brindar nuestros lectores y afiliados.

Concluimos, con la consigna muchas veces pronunciada, lema de la república,  pero escasamente comprendida: ¡Dios y Federación!

Valencia, Venezuela, enero 2013.

Endogamia política


Nelson Acosta Espinoza

No se sorprenda amigo lector. El término endogamia, si bien proviene de las ciencias biológicas, es de uso común en los análisis que llevan a cabo los antropólogos sobre la cultura de la política. En este contexto podemos describirla como una práctica social de rechazo a las ideas, actitudes y valores ajenos a un grupo determinado. Expresa exclusión, segregación, clientelismo y constituye un obstáculo poderoso que impide institucionalizar una verdadera modernidad política.

La extremada polarización que experimenta la sociedad venezolana, por ejemplo, es una expresión de esta práctica endogámica. Situación peligrosa que pone en peligros los esquemas de convivencia social y achica los espacios comunes y necesarios para la negociación y resolución de los conflictos presentes en la sociedad. No reconocer al otro, en cualquier direccionalidad, es una práctica antidemocrática y abre caminos para la profundización de los mecanismos autoritarios. Vencer estas mañas endogámicas y salir al encuentro del otro debería constituir punto de partida en la búsqueda de un acuerdo nacional.

Existen experiencias históricas que muestran los efectos perversos de esta práctica. El estudioso Raúl Ramírez Ruiz en su libro “Caciquismo y endogamia, Un análisis del poder local en la España de la restauración (Córdova 1902-1931) describe minuciosamente este sistema caciquil donde las practicas endogámicas provocaban una identidad entre poder económico y político. A esta cultura atribuye el autor la imposibilidad para poder reformarse que padecía el sistema de la restauración borbónica en España. Rafael Ramírez Ruiz le atribuye a estas prácticas endogámicas peso dentro de las causas que provocaron el hundimiento de la monarquía y abono para la confrontación armada entre los españoles.

Desde otro ángulo, Russel Harding politólogo de la Universidad de Nueva York analizó las bases sobre las cuales se asientan posiciones extremas. En su ensayo The Crippled Epistemology of Extremism (La epistemología minusválida del extremismo) muestra como estos grupos se autoafirman mediante un enclaustramiento en “capullos” discursivos. En otras palabras, los grupos polarizados se escuchan solamente a sí mismos. Su “epistemología minusválida” los mantiene en un aislamiento que les permite asumir con firmeza sus convicciones y no cuestionar la validez de sus creencias. De ahí el término “epistemología minusválida”. De acuerdo a este autor, para romper este ciclo de la polarización se haría necesario desgarrar los “capullos” discursivos en los que permanecen los grupos radicales.

Me parece que estos términos, endogamia política y epistemología minusválida, bien pudieran usarse para describir, por un lado, la coyuntura política del país y, por el otro, los “capullos” discursivos dentro de los cuales viven acomodaticiamente diversos actores políticos del oficialismo y la oposición venezolana. No sería aventurado señalar que sus respectivas “epistemologías” no les permiten abrirse hacia el reconocimiento mutuo.

Una alternativa política con vocación mayoritaria, entonces, debería permitir que “los pétalos de sus flores abran”. En otras palabras, hay que salir del capullo discursivo, romper la lógica dicotómica que divide a los venezolanos e ir al encuentro del “otro”. Tarea, desde luego, nada fácil. Los últimos acontecimientos señalan lo complejo y las dificultades que hay que enfrentar para el diseño de una política que pueda asumir la dialéctica de lo “uno y lo diverso”.

Lo he expresado en ocasiones anteriores. El punto de partida debería ser la producción de un relato político federalizado. De por sí, la palabra federal, implica un reconocimiento y respeto a la diversidad constitutiva de lo venezolano. Igualmente, una práctica política concebida en estos términos, abriría un abanico que podría facilitar el reconocimiento de actores políticos con posturas antagónicas.

En fin, la “epistemología federal”, por así decirlo, podría ser la alternativa a la endogamia política en la cual se encuentran atrapados oficialismo y oposición.

Nota del Editor: los dos libros citados han sido colocados en este blog, en la columna izquierda  en formato PDF.



sábado, 12 de enero de 2013

Por una Asamblea Constituyente


Introducción al libro:


En España se ha venido desarrollando un interesante movimiento de opinión pública en busca de alternativas de fondo a la grave crisis sistémica que sacude a esta democracia europea. Se definen por la vía de convocatorias de asambleas constituyente estadales. Se han realizado dos (Cádiz y Madrid); se espera llevar a cabo la tercera en la ciudad de Barcelona el próximo 9 de Febrero.

En este libro, escrito por seis profesores de Derecho Constitucional, se realiza un importante aporte para la construcción de una solución de progreso: la revolución democrática.

A continuación reproducimos el párrafo inicial de la introducción de este importante texto; pareciera que se refiriera a la coyuntura política y económica que atraviesa el país.

Creemos que esta publicación ha de ser de gran interés para nuestra clase política y para los estudiosos del los procesos democráticos fundacionales.

“En un momento en que la crisis económica ha destapado problemas de todo tipo, algunos nuevos y otros de hondas raíces pero que habían estado cubiertos por una sensación de abundancia que parecía inacabable, cabe plantearse seriamente la necesidad de proponer una respuesta democrática para el avance en el proceso de emancipación social.”