domingo, 23 de diciembre de 2012

Feliz Navidad 2012


Los directivos de este Observatorio enviamos nuestro más cordial saludo a nuestros lectores, simpatizantes y colaboradores.

Al completar este segundo año de actividades, nos damos por muy satisfechos. Hemos publicado un total de 209 entradas que han sido visitadas por más de 30.000 amigos, procedentes de numerosos países, algunos tan cercanos como Colombia, México, Argentina, y casi toda Centroamérica y otros tan remotos como Madagascar, India, Filipinas o Indonesia.

Las estadísticas de lectura nos indican que los temas más visitados son los relativos a las autonomías en España, un tema de gran actualidad tanto en Venezuela como en la madre patria; y, sorprendentemente, el artículo sobre el investigador Gene Sharp (Cómo hacer una revolución) ocupa un segundo lugar. En tercer lugar, un tema muy cercano a todos los venezolanos, en especial a los carabobeños: La Cosiata.

A todos quienes nos han leído  a quienes han colaborado a enriquecer nuestro blog con artículos y comentarios, a todos nuestros amigos y críticos, les enviamos un cordial saludo navideño. Muchas serán las emociones que nos depara este próximo año, que tan rápidamente se nos viene encima.

¡Feliz Navidad y un venturoso año 2013!

sábado, 22 de diciembre de 2012

La abstención, según Felipe Mujica

Mucho se ha hablado sobre la abstención en las recientes elecciones para gobernadores, donde la oposición sólo gana 2 de las 23 gobernaciones. En una lúcida exposición, Felipe Mujica, secretario general de MAS (Movimiento al Socialismo), explica las causas de la alta abstención y advierte sobre la inapropiado de descalificar a quienes no concurrieron a votar.

Por su importancia en esta discusión, presentamos a continuación un vídeo de la entrevista realizada en Globovisión en el programa Buenas Noches


Abstención: las falsas aseveraciones



El presente artículo fue publicado originalmente en el blog labragaazul. Reproducimos aquí los interesantes argumentos del autor
Octavio Acosta Martínez

Tarea difícil ésta para mí, el tratar de escribir algo sobre política en esta época (hoy es 21/12/12) cuando estamos en los preparativos para la elaboración de las hallacas, las gaitas y aguinaldos inundan el ambiente y nos encontramos en el clásico corri-corri previo a la noche del 24. Pero es que cuando enciendo el televisor y sintonizo un canal nacional, o leo la prensa escrita, el tema siempre está ahí: el análisis de los resultados de las elecciones para gobernadores. Y dentro de éste, el fenómeno de la abstención y su incidencia en dichos resultados, surgiendo ella como la gran culpable de la derrota de la propuesta (¿hubo una “propuesta”?) de la tolda opositora. Como desde antes de este último proceso electoral me he sentido bombardeado por un discurso tendente primero, a disuadirme(nos) de cualquier intención abstencionista, y después a calificarme(nos) –más bien “descalificarme(nos)”- y culparme(nos) por el fracaso obtenido, siento como la necesidad de referirme a algunos de estos argumentos esgrimidos. Dado que dentro la división del trabajo casero inmediato me corresponde la honrosa tarea de limpiar las hojas para las hallacas, iré directamente al grano para salir rápido de esto…

miércoles, 19 de diciembre de 2012

“El chavismo cuenta una historia; la oposición recita letanías”



Nelson Acosta Espinoza

De entrada digámoslo sin titubeos: las elecciones del pasado 16 de diciembre constituyeron un tremendo fracaso para la oposición. No vale la pena insistir sobre la dimensión aritmética de estos comicios. A estas alturas abundan análisis muy agudos sobre esta materia. En estas breves líneas, entonces, posaremos la mirada en la connotación política de este evento.

¿Qué significado podemos extraer de estos resultados? ¿Qué enseñanza pueden proporcionar de cara a los futuros eventos políticos? ¿La dirección política de la oposición estará a la altura de los próximos acontecimientos? ¿Habrán comprendido el sesgo cultural implícito en la invocación chavista?

Comencemos a dilucidar estas interrogantes a partir de la última incógnita. Partimos de la siguiente aseveración: para poder combatir la oferta oficialista es esencial entender su sentido discursivo. En otras palabras, no basta y, constituye un error estratégico, adjudicar sus repetidos éxitos electorales a la dimensión distribucionista y clientelar que caracteriza su acción de gobierno. Es decir, sus triunfos no responden únicamente a estas políticas asistencialistas. Este sesgo populista siempre ha estado presente en la formulación e implantación de políticas públicas por parte de todos los gobiernos de la IV y V república. No olvidemos, el carácter rentista del estado venezolano. Lo nuevo, por no decir lo inédito, ha sido acompañar estas políticas con una estrategia de sentido que ha proporcionado una identidad política estable a amplios sectores de la población empobrecida del país. La oposición, es necesario reconocerlo, no ha podido superar la visión estrictamente electoral: se vota contra Chávez y no a favor de una nueva propuesta o visión de país que contraste y compita con la oficial. No han logrado elaborar un relato político alternativo que rivalice con el oficialista y proporcione una nueva “visibilidad” a los sectores populares.

En la pasada elección presidencial, por ejemplo, el candidato de la oposición, en una primera fase, apuntaló su oferta electoral en la gestión que había realizado en el estado Miranda; posteriormente, intentó resignificar la oferta oficialista por la vía de hacerla más eficiente y perdurable (Ley de Misiones). En otras palabras, no contrastó el “cuento” chavista con un relato alternativo que se nutriese de los valores de la cultura popular del venezolano. No pudo traspasar el campo simbólico que caracteriza a los sectores medios del país. Su oferta se ancló, por así decirlo, al interior de una endogamia discursiva y, en consecuencia, no pudo interpelar a los sectores pobres de la población del país.

En la elección regional en el estado Carabobo se llevó al extremo este error estratégico. La campaña se centro en intentar establecer una equivalencia entre la gestión del ex gobernador Acosta Carles y la propuesta que encarnaba el candidato del oficialismo. En esta apuesta discursiva la dimensión simbólica de los pobres estaba ausente. De nuevo, no se pudo superar el imaginario que lo identificaba con la clase media. No se hizo uso del “trademark” simbólico que caracterizaba la gestión de los Salas: la descentralización; no se transformó la personalidad del candidato en una narrativa que lo aproximara a los sectores populares. En fin, su mensaje careció de nitidez y poder de evocación. No pudieron elaborar a una propuesta simbólica que enfrentara a la figura presidencial. El verdadero adversario.

Se aproxima un nuevo acto electoral. Es probable que el sesgo religioso y emocional impregnará con profundidad la oferta oficialista. Las enseñanzas que proporcionan los últimos fracasos políticos y electorales deberían estar a la orden del día. La lucha política, sin duda, girará sobre las palabras que interpelen y emocionen a la totalidad de la población. Más allá de las letanías ¿podrán los sectores democráticos construir un relato que proporcione una nueva identidad a los sectores empobrecidos del país? ¿Serán capaces de federalizar su discurso? ¿Harán uso de los contenidos emblemáticos de la diversidad contenida en la cultura popular?

Las cartas están echadas. Seamos optimistas. Esperemos que la dirección política de la oposición, en esta ocasión, esté a la altura de los retos simbólicos que implicaría una nueva elección presidencial. Entendámoslo: es la emoción y no la razón la clave de la próxima contienda política.




martes, 18 de diciembre de 2012

Federalizar la educación



Recientemente hemos leído un interesante documento, producido por el Foro Cerpe, y presentado al país el domingo 18 de noviembre de 2012 por el diario El Universal de Caracas. Reproducimos en este espacio, la propuesta 6 de dicho documento. Por su importancia, sugerimos a los lectores vean el enlace, más arriba, del documento en su totalidad.

Educación para transformar el país 

- Foro Cerpe - 

7 propuestas


Propuesta 6. Un sistema educativo descentralizado

La descentralización educativa es un mandato constitucional y un nuevo modelo gerencial que debe incrementar la eficacia, la calidad y la equidad, además de la participación democrática. Pero sería un error promover una descentralización masiva, homogénea y de ritmos uniformes para todas las entidades político-territoriales y todos los órganos subnacionales. Algunas competencias podrían transferirse simultáneamente, otras deberán esperar que algunos estados o municipios estén en condiciones de recibirlas. Habrá que saber combinar trayectorias rápidas, intermedias y lentas como también diferenciadas según las realidades de los órganos subnacionales.

Eso sí, la descentralización básica debe comenzar en los planteles por lo que habrán de delimitarse ciertas nuevas competencias en materia de su organización y funcionamiento, basadas en un modelo de gestión autónoma. También, en el otro extremo, deben quedar delimitadas todas las competencias derivadas del principio de la rectoría indeclinable que sobre el sistema educativo deben ejercer los dos ministerios responsables de los procesos educativos. Postulamos un Ministerio del Subsistema de Educación Básica sin escuelas, que se encargue de establecer los marcos curriculares, de evaluar la calidad del sistema y de supervisar las actividades educativas de las gobernaciones, alcaldías y entes privados. (itálicas nuestras)

Progresivamente, todos los centros educativos oficiales del nivel inicial deben pasar a la responsabilidad de las alcaldías y todos los centros oficiales que impartan educación primaria y media deben ser gerenciados por las gobernaciones de los estados. Desde luego, las transferencias de responsabilidades y competencias deben ir aparejadas con el traspaso fluido de los recursos financieros correspondientes tanto a gobernaciones como a alcaldías. Todos los entes involucrados en la gestión educativa deben periódicamente rendir cuentas a la sociedad y al Estado.

Postulamos un Ministerio del Subsistema de Educación Superior que no pretenda arrogarse atribuciones propias de las instituciones del Subsistema, las cuales deben regirse por el principio de la autonomía responsable. Esas instituciones de educación superior, deben vincularse mas entre sí y con las organizaciones de su entorno. Podrían crearse Consejos Regionales de Educación Superior donde tengan participación la diversidad de instituciones de este Subsistema y también los representantes de gobernaciones, alcaldías, organismos empresariales y sindicales, amén de otras instituciones culturales y sociales de la región.

Las instituciones educativas, desde el preescolar hasta los postgrados, deben estar conscientemente inmersas en el entorno digital. La escuela, del nivel que sea, cada vez será menos el lugar donde se vaya a recibir clases y cada vez mas será el espacio donde se vaya a dialogar con los condiscípulos y con los docentes sobre lo aprendido en los entornos virtuales. Todo estudiante, del nivel que sea, debe disponer de una computadora personal, equivalente en esta etapa civilizatoria al cuaderno y al lápiz del pasado. Todos los centros educativos deben interconectarse en redes digitales.

Debemos avanzar hacia un modelo de escuelas dialogantes, de escuelas concebidas como espacios y tiempos de encuentro. En ellas debe operar un diálogo de todos los saberes. Debe realizarse una imbricación sistémica entre la educación que se realiza en los espacios educativos formales, no formales e informales. Las organizaciones educativas deben conectarse con sentido común y respetando el propósito pedagógico primordial con las redes de organizaciones sociales y con las organizaciones económicas productoras de bienes y servicios. Hay que avanzar en la dirección de las ciudades y sociedades educadoras.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Hacia un nuevo compromiso histórico

Firmantes de los Pactos de la Moncloa que dan inicio
a la transición democrática  española. En primer plano, Felipe Gonzalez,  Adolfo Suarez y Manuel Fraga. Todos los partidos hicieron concesiones para facilitar la transición.


Nelson Acosta Espinoza

Los últimos acontecimientos en el país han puesto en el tapete la necesidad de pensar sobre la transición democrática. Este tema, de alta factura política, no debería tratarse exclusivamente desde una óptica electoral y jurídica. Desde luego, ambos aspectos son fundamentales y deben ser objeto de consideración y elaboración; máxime cuando es probable una elección presidencial en el venidero año. En cierto sentido, este sería el aspecto táctico. El estratégico, podría ubicarse en la necesidad de suscitar los acuerdos necesarios que proporcionen piso a un proceso de transición política. Asunto este que implicaría, entre otras cosas, dibujar una hoja de ruta que pueda conducir al país hacia una nueva estructura de poder más democrática, participativa y efectiva.

Es indudable que nos acercamos al final de un período histórico. El chavismo, podría definirse como el síntoma que habla del agotamiento de una versión de la república: la democracia liberal, centralista y representativa. Sus intentos de restaurar y profundizar sus aspectos más negativos manifiestan la inviabilidad de ese proyecto. Es en este sentido que expresamos la idea de cambio histórico. Los venezolanos debemos iniciar un debate, en el plano de las ideas, que comience a delinear una nueva versión de la república y del nuevo sujeto republicano.

Este Observatorio ha adelantado algunas reflexiones sobre este importante tema. Ha llamado la atención sobre la importancia de estudiar procesos de transición política, como los llevados a cabo en la España de Adolfo Suárez y el Chile de Patricio Aylwin. Inspirados en estas experiencias hemos propuesto una agenda política; puntos de partida en la búsqueda de un nuevo compromiso histórico que facilite la ruta hacia un modelo de democracia más avanzado al que ha estado vigente a lo largo de estas última seis décadas. Veamos;
  • 1. Alternancia en el poder (no a la reelección)
  • 2. Segunda vuelta en las elecciones presidenciales
  • 3. Respeto a los derechos de las mayorías y minorías
  • 4. Profundización de las libertades democráticas
  • 5. Valoración de la dimensión cívica del poder
  • 6. Voluntad expresa de iniciar un proceso de redistribución del poder que conduzca a una verdadera organización federal del estado venezolano.

La agenda descrita es de carácter general; apenas un esbozo para iniciar la discusión. 

Esperemos que la dirección política de la oposición, no se atasque en la dimensión táctica del tema y comience a visualizar su dimensión estratégica.

Para mayores detalles, vean las entradas anteriores en el blog tituladas La transición democrática en Venezuela. y el artículo Looking for Adolfo Suarez

"Estado comunal es la fachada para la redes de la corrupción"



El lunes 10 de diciembre, en el Hotel Centro Lido de Caracas, se llevó a cabo una interesante reunión. Miembros del Observatorio estuvieron allí para conocer de primera mano las propuestas y explicaciones de los invitados al foro. A continuación, la reseña aparecida en el Diario El Universal.

Fundación En Cambio debatió la inversión petrolera para el progreso

ELVIA GÓMEZ | EL UNIVERSAL
martes 11 de diciembre de 2012 12:00 AM

Con el patrocinio de la Alcaldía Metropolitana de Caracas, la Fundación En Cambio, que preside el ex gobernador Carlos Tablante (Aragua), realizó ayer el foro "Descentralización, inversión petrolera y progreso" en el que se abordó desde varias especialidades la mejor manera de sacarle provecho colectivo a las inmensas reservas de crudo con las que cuenta Venezuela y cómo invertir su rédito para diversificar nuestra economía y propiciar el desarrollo educativo y tecnológico.

Tablante explicó que la Constitución de 1999 y el proceso de descentralización es el camino correcto y por eso la jornada de ayer es el primer paso para promover entre las autoridades municipales y regionales el debate sobre la inversión petrolera local para el desarrollo.

"El verdadero poder popular es la descentralización" afirmó Tablante y explicó que "el Estado comunal es la fachada para ocultar las redes de la corrupción que han ido convirtiendo al Estado venezolano en un Estado delincuente, que es el verdadero peligro". Añadió Tablante que mientras el Gobierno nacional habla de que nuestro país es "una potencia energética" la realidad es que los ciudadanos padecen a diario fallas del servicio eléctrico y del gas doméstico.

Las ponencias del foro serán recogidas en un libro que se suma a los dos títulos editados por En Cambio, como son "Descentralización vs Neocaudillismo" y "Descentralización e Inclusión Social".

"Lo que buscamos con este foro es más democracia y más descentralización, diálogo y reconciliación", dijo Tablante y anunció la constitución de un observatorio nacional, que coordinará Henry Jiménez, y que trabajará en coordinación con expertos de México y Colombia para hacerle seguimiento al funcionamiento de la industria petrolera venezolana "que no es nada transparente y no publica sus estados de cuenta, sus balances y resultados".

El evento contó con la participación de Javier Estrada, de México; Jorge Sánchez Meleán (Consejo Federal de Gobierno y el Fondo de Compensación Interterritorial), Leopoldo López (Descentralización, inversión petrolera y fondo solidario), Ricardo Villasmil (Instituciones e inversión petrolera) y Aida Lamus (El petróleo es de todos los venezolanos: Hacia un modelo de gobierno corporativo que represente el derecho de los propietarios) entre otros.

El alcalde metropolitano, Antonio Ledezma y el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, coincidieron en la necesidad de promover el debate local involucrando a las comunidades y sus mandatarios.

López habló de un "corto circuito cultural" que ha hecho pensar durante décadas que la explotación del petróleo al máximo atenta contra el desarrollo de otras áreas de la economía, cuando debe debe ser al revés. Invitó a los venezolanos a dar el debate sobre convertir a Venezuela realmente en el primer productor de crudo a nivel mundial y devolverle a PDVSA su verdadero rol, porque está convertido actualmente en un "estado paralelo".

Gustavo Baquero, experto petrolero, planteó la interrogante de si Venezuela está preparada para aprovechar el complejo y diversificado mercado mundial. Citó que de los 360 proyectos petroleros importantes de todo el orbe, en Venezuela hay sólo seis. "Tenemos el 20% de reservas, pero sólo el 3% de la producción", precisó.

El evento concluyó con la firme decisión de los presentes de divulgar las propuestas y conclusiones de los participantes. Este Observatorio cumple con la tarea de difusión de las exposiciones.

A continuación, un vídeo del evento:


lunes, 3 de diciembre de 2012

Federalizar el discurso


Nelson Acosta Espinoza

Nos parece que la oposición democrática confronta un dilema político. Dos son sus vertientes: conceptual y práctica. Vamos a intentar desarrollar algunas ideas en torno a esta disyuntiva. 

En relación al primer aspecto, pudiéramos destacar que fracciones de la oposición hacen suya una concepción monolítica del país que no se presta para la valoración positiva de las diferencias que proporcionan identidad al colectivo nacional. En el plano práctico y, articulado a esta visión, sus organizaciones ejercen un “centralismo” que resta eficacia práctica e ideológica a la lucha política; operan, por así decirlo, con herramientas conceptuales que no facilitan la creación de un proyecto político alternativo.

Esta concepción se encuentra anclada en una tradición intelectual que ha tenido un cierto protagonismo en el campo de las ideas en el país; consiste en una visión de raigambre positivista que nos conceptualizaba de forma unitaria y apostaba a la acción efectiva del hombre providencial. Modernizar, por ejemplo, fue pensado como un acto “civilizacional” que desplegaba su racionalidad desde el centro hacia la periferia.

En el plano político, a lo largo del siglo XX hasta el día de hoy, este proyecto fue conceptualizado con la famosa frase, (Uslar Pietri dixit) de “sembrar el petróleo”. Más allá de su obvio significado, esta expresión equivalía a la idea, de acuerdo a la cual, que modernizar consistiría en domar los atavismos culturales regionales que obstaculizaban el acceso a una supuesta condición moderna, unitaria y homogénea para todo el país. Un “Santo Luzardo” gubernamental llevaría la civilización a los espacios emblemáticos donde reinaba, una “Doña Bárbara”, símbolo de la barbarie. Desde Pérez Jiménez a Hugo Chávez, con distintos apellidos, ha prevalecido este afán voluntarista de proporcionar homogeneidad a la diversidad que nos caracteriza como pueblo y nación. Desde luego, siempre cabalgando sobre el potro de la renta petrolera.

Un proyecto político alternativo debería asumir discursivamente esta relación entre lo “uno” y lo “diverso”. En otras palabras, pensar al país en términos del juego infinito de sus diferencias. Una oferta federal, en consecuencia, debería traspasar los límites de las propuestas jurídico-constitucionales y hundir sus raíces en los particularismos e identidades que alimentan conflictos y antagonismos que enriquecen nuestra complejidad cultural y política.

Desde luego, la defensa del Estado Federal y Descentralizado forma parte de la agenda de la oposición que se encuentra amenazada por las propuestas que encierra el llamado Estado Comunal. Esta es una tarea que hay que llevar a cabo. Pero, insisto, no es suficiente. Es indispensable desmoronar el contenido centralista que existe en el discurso que intenta enfrentar este proyecto del Estado Comunal. Desde una visión monolítica del país no sería posible tener éxito. Es por ello que proponemos la “federalización” del discurso político. En otras palabras, enfatizar las pequeñas narrativas y construir una visión de país que dé cuenta de sus diferencias y la diversidad cultural que nos define como nación.

Como sabemos, la uniformidad no es democrática.

Partidos políticos: Renovarse o perecer



Miguel A. Megias

Para el momento en que Hugo Chávez, en 1999, amenazaba con “freir las cabezas de los adecos en aceite” los partidos venezolanos ya habían perdido vigencia o estaban camino de desaparecer. La advertencia, claro, no se cumplió. Lo que si sucedió fue la sucesiva pérdida de contacto de los partidos con sus militantes y con la ciudadanía, en especial la más desasistida que se había convertido, para ese año, en “invisible”. La curva descendente de los partidos tocó fondo en 2005 cuando, sin aparentemente medir las consecuencias, los partidos de oposición llamaron a la abstención, poniendo en bandeja de plata, por cinco larguísimos años, todos los poderes en manos del gobierno de Hugo Chávez. ¿En que pensaban los dirigentes de la oposición? Tal vez, se nos ocurre, ni siquiera pensaban: actuaban por instinto, y éste les falló.

¿Había alternativas a la abstención? Este será un tema que los historiadores y analistas políticos tendrán que dilucidar en su momento. Por nuestra parte, creemos que esta actitud derrotista fue el producto de la escasa relación entre los partidos y sus militantes y entre los militantes y la ciudadanía en general. Es decir, las “cúpulas” o “cogollos” de los partidos decidieron abandonar la lucha por el poder: tal (errada) decisión va en contra de los postulados de cualquier partido. Pues el objetivo, el objetivo último y más importante de un partido, es llegar al poder, no ponerlo en bandeja de plata en manos del rival, no importa cuan poderoso pueda éste parecer. La “vocación por el poder” no es exclusiva de los partidos venezolanos. Por el contrario, partidos que han sido muy poderosos y que por circunstancias la pierden, se deben examinar para determinar en que fallaron y como conseguir, de nuevo, remontar la cuesta.

Tal es el caso del PSOE (Partido Socialista Obrero Español), frente al reciente descalabro en las elecciones generales que condujeron a su más poderoso rival, el PP (Partido Popular) a totalizar una mayoría absoluta en el congreso –lo que les garantizó la investidura de Mariano Rajoy, lider de ese partido. En la celebración del 30 aniversario de la llegada de Felipe González a la presidencia (era el líder del PSOE para entonces), éste habló con contundencia y dijo: “...El PSOE ha perdido la vocación mayoritaria y tiene que recuperarla”. Ante semejante afirmación solo queda santiguarse;  es una rareza que un político explicite con tanta claridad su pensamiento y su sentimiento. Y más aún cuando este demoledor análisis viene de un hombre que fue, por cuatro períodos, jefe del Estado español. A continuación un breve vídeo con las palabras de Felipe González.




La lección de este mensaje es muy clara, no sólo para el PSOE sino para todos los partidos perdedores en Latinoamérica -en particular en Venezuela- que por una razón u otra no han logrado renovarse, actualizarse, modernizarse. Y que, desde luego, han perdido, como tan claro lo dijo González “la vocación mayoritaria…”

Hace años, un político venezolano se hizo famoso por la siguiente frase (que ya forma parte del folklore nacional): ¿y con que se come eso?

Veamos. Eso se come, como en el caso español, proponiéndose, desde las bases hasta las cumbres de los partidos, primeramente la vocación de poder. Y en segundo lugar, una vez establecida esta premisa, convencerse –y convencer- que el poder es para lograr mayorías, no para ser simples comparsas. En nuestra opinión, varios son los partidos políticos venezolanos que pudieran, si se lo proponen, si se organizan, y si empiezan de nuevo a tener sintonía con los ciudadanos que ellos representan, llegar a esa “vocación mayoritaria”. Nos referimos, principalmente (sin desdeñar a los nuevos partidos) a quienes fueron las tres primeras fuerzas políticas en el pasado: AD (Acción Democrática), el partido social-cristiano COPEI, y el partido de izquierdas, MAS (Movimiento al Socialismo).

¿Y cuales son los requisitos para alcanzar el poder? Desde luego, una moderna concepción ideológica, excelente organización, recursos, sintonía con las nuevas formas de comunicación de masas (Internet, entre otros) y dominio de las redes sociales; y mucho, muchísimo trabajo de base para destronar a quienes detentan el poder, quitándoles una de sus principales banderas: la asistencia a los más pobres y desasistidos de la sociedad, que en casi toda Latinoamérica son mayoría, sin proponérselo.

Como ejemplo de lo que afirmamos, tenemos el caso del actual gobierno de Egipto. Durante muchos años, el partido representado por los hermanos musulmanes (Sociedad de los Hermanos Musulmanes), asistió, ayudó, alentó y acogió a una masa de ciudadanos desprovista de todos los privilegios que las sociedades modernas dan por sentado: educación, empleo, salud, seguridad. Y la semilla sembrada, en el terreno fértil de un pueblo ansioso por salir de la miseria y la pobreza, ha dado sus frutos. Aún cuando hay corrientes modernistas en el sentimiento general de los egipcios, fueron los hermanos musulmanes los que capitalizaron el descontento con el régimen del dictador Mubarak. 

Actualmente, la ciudadanía egipcia se debate entre dos polos: los tradicionalistas, dirigidos, ya lo dijimos, por el partido de los hermanos musulmanes que quieren imponer, entre otras cosas, la ley islámica de la sharía; y una población joven, pensante, educada en los principios occidentales, que aspira a tener un gobierno laico, moderno, alejado de las concepciones anticuadas del radicalismo del islam.

Para llegar al poder, en Venezuela, los partidos deben iniciar, urgentemente (tan pronto pasen estas “cruciales” elecciones de gobernadores del 16 de diciembre), estrategias para el largo plazo y no para la inmediatez y pragmatismo que les ha caracterizado. Alcanzar el poder no será fácil. Pero mucho más difícil será si no hay “vocación mayoritaria”.

Los partidos de antaño deben, entre otras cosas, resucitar la grandeza que una vez tuvieron. Y rescatar las viejas glorias, siempre pensando en las nuevas que les esperan. Pero también los jóvenes partidos deben repensarse y arriar las banderas de los nuevos tiempos.

Sólo renovándose y reinventándose, evitarán perecer.