domingo, 28 de octubre de 2012

La Cosiata


Nelson Acosta Espinoza
Con su natural desparpajo y con un toque rítmico del “culo e ‘puya” de su Curiepe natal (región del Barlovento venezolano), Aristóbulo Isturiz, candidato a la gobernación de Anzoátegui, hizo suya la promesa gubernamental de profundizar el proceso de recentralización y la construcción del llamado estado comunal. 

“Hay que desbaratar las gobernaciones y alcaldías. Los mejores gobernadores serán aquellos que primero desbaraten las gobernaciones; los mejores alcaldes serán aquellos que primero desbaraten las alcaldías y les transfieran competencias y poderes a los consejos comunales". 

Contundente afirmación pronunciada hace ya tres años. Sin duda, hizo méritos y obtuvo su recompensa: intentar llevar a cabo este “desbaratamiento” en la gobernación de Anzoátegui. Pero no crea, amigo lector, que esta iniciativa responde únicamente a este “pescueceo” de Aristóbulo. No señor, su actitud es coherente con la política diseñada para echar los cimientos del estado comunal. Vale decir, instaurar un nuevo tipo de organización jurídica del estado, no contemplada en la Constitución de 1999 y, que de tener éxito, desmantelaría la organización de la república tal como la conocemos desde 1830.

En este tipo de ordenación serán las comunas y los consejos comunales. Formas socio territoriales, no autónomas, que sustituirán a los estados, los municipios y las parroquias. En fin, el régimen pretende crear entre 2013-2019 tres mil comunas y 30 mil consejos comunales. Con ello se sustituirá al Poder Público establecido en la Constitución de 1999 por un nuevo poder, al que denominan “popular”. En breve, la intención de Hugo Chávez es que para el 2019, el 68 por ciento de los venezolanos (30,5 millones) vivan en subsistemas de agregación de comunas.

Peligrosa iniciativa. Sin embargo, esta temeridad no se ha correspondido con una repuesta política categórica de parte de las fuerzas democráticas. La reflexión académica, de pocos especialistas, ha ocupado este rol de combate indispensable para enfrentar tamaña pretensión y amenaza. La MUD y sus aliados, desafortunadamente, no han asumido esta tarea; de hecho, el tema fue excluido o tratado superficialmente en la campaña electoral presidencial.

Desde luego, un equipo de gobernadores y diputados estadales de la oposición con legitimidad y respaldo popular podrían operar como freno para esta locura del estado comunal. Esta es una de las razones, entre otras, que debe impulsarnos a asistir masivamente a las urnas electorales. Sin embargo, se requiere de algo más; una campaña pública en defensa de los atributos y beneficios que se derivan de los derechos federales para los ciudadanos. Ojo, expreso derechos para los ciudadanos y, no exclusivamente, para gobernaciones y alcaldías. Me parece que aquí radica uno de los obstáculos que ha entorpecido la defensa de estos derechos federales (educación, vialidad, salud, seguridad, recreación, seguridad social, empleo etc.). Obligaciones estas que deben ser satisfechas desde la identidad regional y la autonomía impositiva.

El conflicto que se avecina es de naturaleza política y pudiera definirse como un antagonismo irreductible entre estado comunal y las fuerzas democráticas aferradas a la Constitución de 1999. Insisto, la lucha no será de índole reivindicativa y su conducción debería estar bajo responsabilidad de vanguardias políticas en cada estado de la república. Las urgencias electorales y sus derivaciones reivindicativas pasarían a un segundo plano. La controversia se expresaría, entonces, en un ámbito donde las agrupaciones políticas tendrían un rol protagónico. Los partidos, en consecuencia, tienen una cita con la historia. O asumen este papel de vanguardia o los acontecimientos excederían a sus direcciones políticas.

En este sentido, para Carabobo, no sería desquiciado apelar a nuestra tradición histórica autonomista (La Cosiata). No olvidemos que en este estado “nació Venezuela”. En otras palabras, y sin complejos, se debería iniciar la organización de Juntas de defensa de los derechos federales de la población carabobeña.

Y que prenda esta iniciativa en los otros estados de la federación.

De llevarse a cabo, este sería el verdadero camino.

¡DIOS Y FEDERACION!

Breve reseña de La Cosiata



La Cosiata consistió en una serie de acontecimientos ocurridos entre los meses de abril y diciembre de 1826, que tuvieron consecuencias hasta abril de 1830 con la disolución definitiva de la Gran Colombia. Venezuela, para ese momento, era uno de los departamentos que formaban parte de Colombia junto con Nueva Granada y los territorios del actual Ecuador. Los hechos sucedidos en Caracas y Valencia fueron considerados el principio del fin de la unidad colombiana.

Aparentemente, el termino «Cosiata» fue usado por primera vez por un actor cómico, y luego fue utilizado políticamente con el sentido de «cosa embrollada que no tiene nombre». Probablemente se pretendió asignar esta palabra al hecho histórico de 1826 en un afán por aminorar sus consecuencias y restarle importancia.

Fueron muchos los desacuerdos y conflictos que rodearon a la Gran Colombia, entre ellos las tensiones entre Bogotá y Caracas, que se acrecentaron a raíz del bando de alistamiento de milicias en Caracas, dictado en 1825 por José Antonio Páez. Dicho bando fue mal visto por la población y aunque no fue muy grato para Páez, éste tenía que cumplir con la disposición del gobierno central. Sin embargo, las tensiones, los excesos y las diferencias con el intendente y la municipalidad hacen que Páez termine siendo acusado ante el Ejecutivo y el Congreso de Bogotá, y posteriormente fue suspendido en sus funciones. 

Páez acató la medida y compareció ante el Senado para defenderse; sin embargo, quien quedó como su sucesor, Escalona, no era muy querido en Valencia, lugar donde Páez solía ir frecuentemente. Es por ello que, luego de tres días de desorden, tensa calma y violencia, la municipalidad se retractó y decidió, en 1826, desconocer el gobierno de Bogotá y restituir a Páez en el mando militar. Poco a poco se fueron uniendo otras municipalidades.

El 8 de julio Páez es declarado en rebeldía. Ya trastocado el rumbo de las cosas, fue inevitable detener este movimiento separatista.

http://ve.kalipedia.com/historia-venezuela/tema/republica-liberal/cosiata.html?x=20080801klphishve_23.Kes&ap=0

Hoja de ruta hacia el estado comunal



Nota: hemos recogido, dada su importancia, una reseña publicada en el diario El Nacional, referente a "el camino a las comunas".
El Nacional, 28 de octubre de 2012 – suplemento 7 días

Cuando Gómez.
La organización de las comunidades en Venezuela comienza a gestarse durante el gobierno de Juan Vicente Gómez, asegura el investigador Omar Alberto Pérez. Los habitantes que participan en la fundación de barrios caraqueños en San Agustín del Sur, La Vega y Antímano crean agrupaciones llamadas Ligas de Colonos, que les servían de voceros y representantes. Luego surgen las Juntas Pro Fomento o Pro Mejoras.

En los setenta.
El debate sobre el poder popular surge en Venezuela y América Latina en los años setenta, cuando se plantea la necesidad de facilitar el acceso de los ciudadanos a los recursos públicos. Desde entonces se habla de empoderamiento: el pueblo organizado asume el diseño y ejecución de proyectos comunitarios con financiamiento estatal.

Asociaciones de vecinos.
El movimiento vecinal en Venezuela cobra fuerza en sectores de clase media. En 1971 se crea la Federación de Asociaciones de Comunidades Urbanas, con 17 asociaciones de vecinos del este de Caracas y después se incorporan otras del oeste. En 1978 la Ley Orgánica de Régimen Municipal les da personería jurídica y otorga atribuciones a las asociaciones de vecinos. En 1980 se funda la Escuela de Vecinos de Venezuela con el propósito de impulsar la educación ciudadana para la participación en la gestión pública.

Descentralización.
La noción de autogobierno en Venezuela se venía desarrollando gracias a los esfuerzos en materia de descentralización y fortalecimiento del poder local, específicamente de los municipios. Un hito es el logro de la elección directa de gobernadores y alcaldes en 1988, reforzada con la Ley Orgánica de Descentralización y Transferencia de Competencias en 1989.
Nueva Constitución.
En la carta magna de 1999 se consagra la descentralización como política de Estado. El artículo 184 indica que “la ley creará mecanismos abiertos y flexibles para que los estados y municipios descentralicen y transfieran a las comunidades y grupos vecinales organizados los servicios que estos gestionen, previa demostración de su capacidad para prestarlos”.

Consejos Locales de Planificación Pública.
Los consejos comunales aparecen expresamente referidos por primera vez en la Ley de los Consejos Locales de Planificación Pública, promulgada en 2002. Se establece la promoción de una “red de consejos parroquiales y comunales” que facilitaría la participación popular en la formulación, ejecución, control y evaluación de las políticas públicas.

El Nuevo Mapa Estratégico.
A finales de 2004, el Presidente define 10 objetivos estratégicos y el tercero indica: “Avanzar aceleradamente en la construcción del nuevo modelo democrático de participación popular”. Anuncia la creación de las Salas de Batallas Electorales y Patrullas, que constituirían una nueva organización del movimiento popular, a través de asambleas comunitarias, presupuestos participativos y contraloría social.

Ley de los Consejos Comunales.
El 9 de abril de 2006, en la edición 252 de Aló, Presidente, Chávez promulga el instrumento jurídico e indica que los consejos comunales deben ser las instancias de articulación de las organizaciones comunitarias para el ejercicio directo de la gestión pública.
Los cinco motores.
El 10 de enero de 2007, en su discurso de toma de posesión, el presidente Chávez anuncia los cinco motores constituyentes para la construcción del socialismo del siglo XXI. El quinto consiste en la creación de los consejos comunales “como espacios para el ejercicio de la democracia participativa y protagónica”.

Fallida reforma constitucional.
El 2 de diciembre de 2007, a través de un referéndum, la mayoría del electorado rechaza los cambios a la carta magna promovidos por el oficialismo, entre los que figuraba la nueva geometría del poder, según la cual las comunas constituyen un primer nivel de agregación de los consejos comunales.

Ministerio para las Comunas.
El 3 de marzo de 2009 se crea otro órgano del Ejecutivo. El Ministerio para la Economía Comunal se convierte en Ministerio para las Comunas y asume algunas competencias del Ministerio para la Participación y Protección Social, que es eliminado.
Leyes del Poder Popular.
En agosto de 2010, la Asamblea Nacional construye la plataforma jurídica para adecuar todos los organismos de la administración pública al proceso de transferencia de recursos y competencia a las organizaciones del Poder Popular.

La meta para 2019.
En el programa de gobierno presentado por el presidente Chávez para el próximo sexenio se establece como meta para el año 2019 que 68% de los venezolanos viva en 3.000 comunas.

lunes, 22 de octubre de 2012

Bautizo del libro "Análisis del discurso..."




El domingo 21 de octubre, en el marco de la Feria Internacional del Libro (FILUC 2012), se presentaron dos libros sobre el acontecer político venezolano, escritos por miembros de este Observatorio. El primero, por Argenis Urdaneta, Crisis institucional y gobernabilidad democrática; y el segundo, Análisis del discurso político y democrático en Venezuela, por Heondrich Gorodekas y Nelson Acosta.


Los trabajos de Acosta y Urdaneta son de capital importancia para aquellos profesionales o estudiantes interesados en la presencia y posible agotamiento del discurso democrático.
Al respecto señalan los autores: “Las ciencias humanas son inevitablemente políticas. Esta circunstancia obedece a que estas disciplinas no pueden obviar dar respuestas a interrogantes relacionadas con la visión de lo que somos, de lo que es nuestra sociedad y de lo que ésta puede alcanzar a ser. Estas incognitas hacen obligante descifrar los códigos mediante los cuales se construye nuestra dimensión social.”

Los autores esperan haber contribuido al esclarecimiento de la madeja crítica que ha caracterizado el desenvolvimiento político en Venezuela en las últimas décadas.

A continuación, una galería de fotos del acto de bautizo.


Get the flash player here: http://www.adobe.com/flashplayer


Si usted está interesado en obtener un ejemplar de estos libros, sírvase enviarnos un mensaje al Observatorio:

autonomiaspoliticas@gmail.com

La decisión de Capriles: ¿camino o desvío?


Asdrúbal Romero M.

En toda democracia, el realizar actividad política opositora se considera necesario y respetable. En nuestro país se justifica, aún más, que se asuma el rol de hacer oposición sin cortapisas ni miedo de admitirlo. El régimen al cual nos enfrentamos requiere que esa oposición sea articulada y efectiva, lo cual demanda: planificación para el diseño de estrategias; capacidad para el dialogo y la concertación de esfuerzos de los diversos sectores políticos y organizaciones de la sociedad civil; acompañamiento a los sectores e individualidades nefastamente afectados por las políticas gubernamentales; coordinación y articulación de las actividades gremiales en todos los ámbitos; organización de las redes de acción política a nivel de las comunidades con la ambiciosa meta de cubrir todo el territorio; generación de un discurso político contundente, educativo y eficaz; en fin, una inmensa tarea organizativa donde queda mucho por hacer y que requiere, sobre todo, un liderazgo político nacional reconocido. Creo que el candidato Enrique Capriles Radonski alcanzó, por su trayectoria y visibles logros en su sobresaliente campaña, ese sitial. Lo lógico y natural es que, de ahora en adelante, él asumiera ese rol de líder nacional de la oposición. 

Lo que se dice y lo que se escucha



(A propósito de un artículo de Nelson Acosta Espinoza en el Observatorio Venezolano)


Octavio Acosta Martínez

Tarea difícil la de hacer un comentario a este escrito de mi amigo Nelson. Con su gran capacidad de síntesis, habilidad que ha adquirido para cubrir las exigencias editoriales de las revistas para las que escribe, es capaz de introducir en poco espacio elementos de mucha complejidad, tanto para asimilarlas un lector común y corriente, como para otro tratar de “polemizar” en torno a sus planteamientos. ¿Por dónde empezamos?

Parcialización del árbitro electoral. En primer lugar, y a riesgo de ser incluido en la lista de los “irresponsables”, opino que la “parcialización del árbitro electoral” sí ha jugado un rol importantísimo, aunque no el único, en el resultado de este proceso electoral, y también en el de los anteriores inmediatos. Si no, ¿por qué ha sido tan importante para el oficialismo mantener el control de este ente? No se trata de “fraude” en el conteo de votos, manejo de actas, etc., sino de todo el proceso de campaña que lo precede. Incluso en la fijación de fechas, lapsos, condiciones, hasta llegar al acto de depositar el voto, todo está diseñado a la carta para satisfacer los deseos del candidato oficial. ¿Ha sido, por lo demás, un proceso equilibrado? ¿Han tenido los candidatos las mismas oportunidades? ¿Han tratado siquiera de disuadir (sería mucho pedir sanciones) al candidato oficialista para que no abuse de los medios de comunicación como si fuesen de su propiedad privada? ¿No produce esto ningún efecto en el votante? No haré en estos momentos referencias al caudal de libros, ensayos, estudios, tesis doctorales, publicaciones diversas, muy conocidas por mi amigo Nelson y por el público para el que él escribe, sobre el inmenso poder de la propaganda en la conformación de opiniones y gustos sobre cualquier cosa que se quiera “vender”. Hay otras importantes ventajas que ha adquirido el oficialismo del árbitro. Tema para otra oportunidad.

viernes, 12 de octubre de 2012

Capriles: lo importante no es lo que se dice, sino lo que la gente escucha.





Nelson Acosta Espinoza

De entrada es necesario afirmar que la tarea desplegada por Henrique Capriles Radonski fue ejemplar. Hizo su trabajo. Caminar el país y dar muestra de una férrea voluntad de poder. Pocos líderes políticos (Rómulo Betancourt, Hugo Chávez) han recorrido la nación de la forma sistemática e intensa como lo llevó a cabo el candidato de la unidad. En este sentido la campaña de Capriles puede ser calificada de admirable.

Sin embargo esta tenacidad no fue recompensada en términos electorales: triunfó el adversario. ¿Cómo explicar esta derrota? ¿Cuáles circunstancias se apuñaron para impedir el triunfo de Capriles? ¿Por qué no logró seducir a la población? ¿Dónde ubicar la carencia de la propuesta del progreso? Existen diversas circunstancias que juegan a la hora de producir razones que den cuenta de este suceso electoral. Las más asumidas tienden a reposar la explicación del fracaso en el ventajismo y derroche de dinero que caracterizó la campaña oficialista. Otros, más radicales, en forma un tanto irresponsable, asumen la idea de un supuesto fraude y/o parcialización del árbitro electoral. No es intención de este breve escrito despejar estas dudas. Desde luego, algunas de estas circunstancias agregan valor a una explicación de este fracaso. Me parece apropiado desarrollar otra línea de razonamiento. Espero con este intento ayudar a la configuración, en el futuro próximo,  de una apuesta vinculada a lo que efectivamente somos como pueblo y nación.

Comencemos por afirmar la existencia de una nueva tendencia en la investigación política: situar el lenguaje en el centro de las preocupaciones estratégicas de los líderes de las formaciones políticas. En otras palabras, abordar el papel de las emociones y de las percepciones en el lenguaje político y su repercusión electoral; poner el acento en la recepción y no en la emisión política y, ello implica, ir al encuentro de nuevas lógicas e inéditos desafíos. Hoy en día, sabemos que pensamos al interior de marcos cognitivos que constituyen estructuras mentales que conforman nuestro modo de ver el mundo. Modelan las políticas públicas y las instituciones que creamos para llevar a cabo dichas políticas. Cambiar los marcos es cambiar todo esto. El cambio de marco es sinónimo de transformación social. Una primera conclusión: un candidato no debe confrontar al contrario utilizando su lenguaje. Es obvio, de hacerlo,  reforzaría el marco del adversario.

En este orden de ideas, “chavetizar” su discurso, constituyó una de las fallas de la apuesta electoral del candidato de la unidad. Compró las ideas del contrario y las empaquetó en un discurso racional. Capriles, en la etapa final de su campaña, ofertó, con un lenguaje tecnocrático, una suerte de lista de “compras electorales” que en cierto sentido legitimaba las promesas del adversario. No olvidemos que estamos en presencia de un marco cognitivo que históricamente ha modelado las instituciones del país y que, hoy en día, “habla” con el lenguaje del chavismo. Parafraseando a George Lakoff, pudiéramos sostener que este marco lo constituye la idea del padre estado centrado, autoritario y protector que asiste a la población y postula un concepto único de país que oblitera sus diferencias culturales y no profundiza sus autonomías políticas. La unidad no “habló” desde su propio marco conceptual. En consecuencia, reforzó el del adversario y no pudo llegar a la población pobre del país que  se encuentra “enmarcada” en el discurso asistencialista.

En fin, pudiéramos adelantar una primera conclusión. La contienda electoral se caracterizó por la ausencia de un nuevo vocabulario que expresará un marco cognitivo diferente al del padre centrado y dadivoso. Careció de un discurso que apelará a las estructuras profundas de la memoria,  aprendizaje y pensamiento de la población. El abandono de temas, como por ejemplo, autonomías, federalismo fiscal, pacto fiscal; y palabras que apunten a significar nuestras identidades regionales, culturales, históricas, gastronómicas, lingüísticas, religiosas, etc.; el desprecio por nuestra pasada cultura cívica y democrática, explicarían la recurrente persistencia de este inconsciente cognitivo. Quizá ahí radique la dificultad para poder construir un nuevo discurso que se diferencie radicalmente al que ha prevalecido históricamente en el país.

Como se ha advertido (Frank Luntz),  lo importante no es lo que dices, sino lo que la gente escucha.

Un mejor futuro para Venezuela




Jorge Castañeda


Pasó lo que tenía que pasar. A pesar de una magnífica campaña, de grandes movilizaciones, de la vitalidad propia de un hombre joven y carismático, ganó el aparato o lo que los brasileños llaman “à máquina”.Hugo Chávez fue reelecto y, a menos que algo imprevisto suceda, se mantendrá en la presidencia de Venezuela hasta 2019, es decir, 20 años después de haber tomado posesión por primera vez. Si esto es así, y mi memoria no me falla, será el mandatario electo con más tiempo en el poder en la historia moderna de América Latina, descartando obviamente antecedentes como el de Porfirio Díaz en México, que duró en total 30 años en la silla presidencial, pero que jamás se presentó en una elección ni remotamente democrática.

Se trata de toda una hazaña, explicable y previsible, pero no por ello menos insólita. Son tres los principales factores explicativos, que ya han sido mencionados por muchos, pero que hoy han demostrado más que nunca su vigencia. El primero, obviamente, es el petróleo; sin los aún elevadísimos precios y la abundancia de los recursos naturales venezolanos, Chávez no habría podido financiar las políticas sociales que puso en práctica durante estos 14 años, y sobre todo a partir de mediados de 2002, favoreciendo a mucha gente castigada por años de despilfarro y corrupción en Venezuela. El cálculo no es sencillo de realizar porque los volúmenes diarios de exportación que publica el Gobierno de Caracas desde 2003 son opacos. Pero desde principios de 1999, el primer año de Chávez en el poder, hasta finales del 2011, ingresaron a las arcas venezolanas por concepto de exportación de crudo aproximadamente 840.000 millones de dólares. Se trata de una inmensa cantidad de dinero para un país de menos de 30 millones de habitantes, sobre todo si el ingreso y el gasto de dichas sumas se centraliza al extremo como ha acontecido a través de PDVSA desde 2003. Como muchos recordarán, la empresa venezolana del petróleo no solo detenta el monopolio de venta, producción, etcétera (con la excepción de las concesiones en la Faja Petrolífera del Orinoco), sino que se ha vuelto en estos años propietaria de supermercados, panaderías, hospitales, etcétera. Sin petróleo, no hay política social ni cubanos; sin cubanos, no hay política social.

Medir las emociones del elector: ¿es eso posible?


Miguel A. Megias Ascanio

En varios artículos hemos hecho énfasis en que en una elección, las personas hacen, por lo general, su selección basadas en sus emociones, más que en su razón. Esto está claramente explicado en el libro de George Lakoff, No pienses en un elefante, donde se dan a conocer los “marcos de referencia” y las consecuencias en la selección del candidato por el cual votan.

Dada la importancia de este tema, que creemos ha sido soslayado en la reciente contienda Chavez-Capriles, les presentamos hoy un interesante artículo sobre las elecciones en el país vasco (España) y un experimento para medir “las emociones” que sugieren las campañas y los candidatos.

AUTONÓMICAS VASCAS
NUEVA HERRAMIENTA
Sentient, un detector de emociones para campañas electorales
REDACCIÓN - 20/09/2012

Tecnalia ha diseñado un dispositivo que informa de si la percepción que tienen las personas de los estímulos de su entorno es positiva o negativa para ajustar la campaña de los candidatos.


Mensajes, indumentarias, gestos, temáticas o melodías que gusten son algunos de los aspectos que garantizan el éxito a un partido político, y, ahora, los políticos también podrán contar con un "detector de emociones".

Tecnalia ha diseñado un dispositivo que informa de si la percepción que tienen las personas de los estímulos de su entorno es positiva o negativa. De este modo, los responsables de campaña podrían determinar, ajustar e incluso potenciar los elementos que influyen en la intención de voto.

El detector de emociones "Sentient" mide la percepción inicial que el candidato causa en las personas, si es positiva o negativa, y la intensidad; la efectividad del discurso, si gusta o no cómo se dicen las cosas, si la estructura es la adecuada, así como el lenguaje empleado. Asimismo, también puede realizar una evaluación comparativa de distintos candidatos en cuanto a temas concretos, como la economía, la educación, la inmigración… Así, el detector de emociones facilita información para que los responsables de campaña puedan adecuarla en función de estos parámetros para tener un mayor impacto en la gente.

"Sentient" está formado por un pulsímetro que mide la variabilidad del ritmo cardíaco y algunos parámetros extraídos de éste y permite medir las emociones que experimenta un individuo en un momento dado. De este modo, transmite esta información vía bluetooth a un smartphone que la procesa.

El detector de emociones "Sentient" transmite una serie de parámetros que ayudan a definir cómo debe ser la campaña electoral para que un partido político gane la aprobación de los votantes estableciendo un vínculo emocional con el electorado.

A continuación un vídeo explicativo del método.