HACIA EL 1ero DE SEPTIEMBRE

“Un luchador por la libertad aprende, por el camino más duro, que es el opresor el que define la naturaleza de la lucha.” Nelson Mandela Manuel Barreto Hernaiz  La Gran Marcha, la Toma de Caracas, la Movilización Total o cualquiera sea el nombre que el 80% de los venezolanos obstinados, hartos, desilusionados, burlados, indignados o sumamente arrechos con este régimen pendenciero,  mentiroso, irresponsable, corrupto, inepto, injusto, y con una visible fecha de caducidad, ya arrancó. De acuerdo a las directrices emanadas de la MUD, la demanda central de la jornada prevista para el 1/09, será la exigencia del Cronograma Electoral (recolección del 20% de las firmas, R.R, y elecciones regionales 2016) Otro objetivo de suma importancia que se destaca en la convocatoria para el 1ero de septiembre, es el de  profundizar la lucha contra dos flagelos que azotan de manera inclemente, por la incapacidad y la inmoralidad del gobierno, a la gran mayoría de los venezolanos. Nos referimos al hambre y la crisis humanitaria; si, cada paso de esa marcha debe ser un paso seguro que se dé hacía la salida de esta condición de extrema pobreza, miseria y desnutrición, de buena parte de nuestro  pueblo, por la irresponsabilidad de este perverso régimen al descuidar la seguridad alimentaria de manera criminal. Cada paso de esta marcha debe simbolizar los cientos de miles de pasos que desde hace mucho tiempo cientos de miles de venezolanos tienen que dar en absurdas, vergonzosas  e interminables colas en pos del escaso alimento o el desaparecido medicamento; la crisis económica, la escasez, el desabastecimiento ,  la indetenible espiral inflacionaria , la desbordada violencia, los abominables secuestros  y el descalabro moral de buena parte de nuestra nación , todo esto, responsabilidad única y exclusiva que de este régimen liderado por Maduro. Una vez más estaremos en esa histórica fecha, haciendo uso del Derecho Constitucional de expresarnos, de marchar, de protestar libre y pacíficamente.  La movilización que emprenderemos será, exigiendo que se respete tanto la Constitución como la voluntad popular de una mayoritaria ciudadanía que no permitirá que se detenga un proceso electoral legal; que no se trata de presiones sino de derechos que no pueden ser conculcados. Marcharemos, una vez más, en apoyo y reconocimiento al coraje y pundonor de un venezolano verdaderamente comprometido con su país como lo es  Leopoldo López, injustamente encarcelado. Entonces, marcharemos para recordarle al mundo que NO contamos en Venezuela con seguridad jurídica; marcharemos  para recordarles a TODOS los compatriotas que  la legitimidad del Estado debe sustentarse en la legitimidad de sus Tribunales. Marcharemos para irnos preparando  para recorrer ese camino más arduo pero más seguro y digno: el camino hacia la libertad; hacia  la recuperación de un país que anhela paz, tolerancia, seguridad; de un país íntegro, competidor, donde más que socialismo de ningún siglo tengamos la prosperidad que tan sólo el trabajo y el esfuerzo garantizan; marcharemos para invitar a los compatriotas que temen o aún dudan que si es posible rehacer nuestro país contando con su apoyo y con el compromiso de jóvenes dirigentes honestos y capacitados con sanear a nuestro país; jóvenes dedicados a fomentar la educación y la madurez política que deben conducir a la modernización, al ansiado ingreso de Venezuela al siglo XXI. En París, el 1 de septiembre de 1939, Jacques Maritain, uno de los más grandes pensadores del cristianismo, alertaba a la Humanidad de ese terrible peligro que sobre ella se cernía. He aquí un extracto de tan vigente reflexión: “…La cuestión es saber si los pueblos de los países todavía libres son capaces de alcanzar, por la vía de la libertad y del espíritu, una unanimidad moral suficiente y resistir a las alteraciones que amenazan a cada quien en su conciencia. Cada vez que alguien cede en este país a cualquier infiltración del espíritu totalitario, bajo no importa qué forma, y bajo no importa cual disfraz, es una batalla perdida para la civilización. La cuestión es saber si ante el desencadenamiento nunca antes visto de tal violencia pagana y de todos los modios que empujan su fuerza en la degradación del ser humano, comprenderemos que es necesario dirigirse hasta la fuente de la energía espiritual y de la violencia que invade hasta el reino de los cielos, y que puede elevar las fuerzas naturales del hombre, por la lucha y por la paciencia, a un grado en el cual ellas dominen verdaderamente la Historia...".