Nelson
Acosta Espinoza
“Venimos
de la noche y hacia la noche vamos”: Con este verso, el poeta
de Canoabo, Vicente Gerbasi, marcó una nueva etapa en el desarrollo de las
letras y el país; acta bautismal de lo que por comodidad podemos denominar
nuestra modernidad literaria y, porque no, política.
Me
voy a permitir una licencia: utilizar esta primera estrofa del extenso poema
“Mi padre el inmigrante” para caracterizar la situación económica y política
que confrontamos los venezolanos. Me parece que esta metáfora expresa con
propiedad las vicisitudes públicas y privadas que acogotan nuestra vida
ciudadana.
“De
la noche venimos”. Ya en el año 1998 especialistas alertaban sobre el proceso
de empobrecimiento que se estaba incubando en el país. Para ese año se
requerían dos salarios mínimos para cubrir lo más elemental de las necesidades
de la población. 17 años después y teniendo en medio de esta década y media una colosal renta
petrolera debido a los altos precios del crudo, siguen siendo este tema
prioritario y aún por enfrentarse y resolverse. Un estudio llevado a cabo en forma conjunta por la UCAB, UCV y la USB,
por ejemplo, demuestra que la crisis económica que consume a la nación golpeó
con mayor intensidad a los sectores más vulnerables del país e hizo que los hogares en condición de pobreza por ingreso llegaran a 48,4%. Este estudio
encontró que 1,7 millones de hogares se encuentran en condición de pobreza
extrema. Se estima que debido a la caída de los precios del petróleo la crisis
económica se agravará con la circunstancia que la inflación pudiera superar el
100%.
En nuestro estado Carabobo la situación es
dramática. Aprecian los líderes empresariales de la región, “que la falta de materias primas, escasez de
repuestos y ausencia de leyes que incentiven la producción están llevando al
sector manufacturero de Carabobo al precipicio”. La industria automotriz y de
auto partes trabaja a 10% de su capacidad instalada. La dificultad para
conseguir materias primas y las demoras para adquirir divisas está llevando a
la quiebra a este sector del parque industrial de Carabobo. Sin lugar a dudas,
“hacia la noche vamos”.
Esta precariedad de la situación
económica y social está siendo percibida
por la población. Lo estudios de opinión así lo revelan. Por ejemplo, la encuesta Tracking de la coyuntura
Venezuela Febrero/2015 de DatinCoorp reporta que un estimado de 49,25% de los
venezolanos califica como pésima la situación actual del país. Por su parte,
los estudios de opinión pública de Alfredo Keller y Asociados correspondientes
al primer trimestre de este año, reportan que para el 79% de los encuestados el
ambiente del país va de regular hacia mal o muy mal.
No es sorprendente, entonces, que el
apoyo al chavismo se encuentre altamente disminuido. Diversos estudios de
opinión reportan que la intención de votos de la oposición se ubica en el
59,5%&, mientras que la del oficialismo se sitúa en el 22,5%. Sin lugar a
dudas, la oposición se encuentra en su mejor momento. Las parlamentarias es la
oportunidad de capitalizar este gran potencial electoral.
Ojo, las condiciones descritas por sí
solas no garantizan la construcción de identidades y conductas políticas y
electorales. Se hace necesario, desde luego, el accionar político apropiado.
Hay que tener cuidado, entre otros temas, con las actitudes triunfalistas y la
intención de plebiscitar esta contienda electoral. Las parlamentarias no es una
elección nacional. Sus temas no son homogéneos. El éxito político y electoral
de estas elecciones residirá en que el elector asuma que votará por la persona
que representa su región y que será el portador de sus problemas. Igualmente,
es necesario combatir el uso de “razones” y sustituirlas por “emociones”. Emocionar para
convencer. Sin la menor duda, la
política ahora es así.
1 comentario:
Estimado colega excelente articulo y en relación a la pregunta del correo ¿Es reversible este abismo? mi análisis me lleva a la conclusión de que no. La población venezolana que está quedando en este país, ya que los mejor preparados lo están abandonando en masa (algo que no critico) y lo que va a quedar es una masa amorfa cuya mayoría se ha acostumbrado a vivr primero de las misiones y luego del bachaqueo por lo que será imposible salir adelante así cambie la dirección que lleva este país: rumbo al precipicio y sin frenos.
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