Esta es la pregunta más
importante que todos debemos responder “en pensamiento, palabra y obra”, como
hace tiempo se decía… Para el 8D tenemos sólo un camino y está muy claro, no
tenemos otro… Acudir masivamente a votar por la democracia…
Pero para después del 8D
debemos decidir todos qué hacer, padres y madres de familia y ciudadanos de a
pie, dirigentes políticos y sociales, académicos, empresarios, estudiantes,
trabajadores…. en fin, todos… Porque no sólo se nos aleja la Venezuela de paz y
progreso que queremos, se nos está cerrando a todos la posibilidad de vivir en
libertad, la libertad de hablar y reunirnos… de decidir qué comprar y cómo
educar a nuestros hijos… Se nos está robando a todos la dignidad mínima que
requerimos para vivir…
Pero además, lo que dicen
muchos analistas y políticos serios desde hace meses se ha demostrado cierto en
la práctica: El gobierno ha planeado y ha ido logrando la destrucción
sistemática de las capacidades y las oportunidades reales de la Oposición
Democrática para dar una lucha electoral… El CNE no es en absoluto imparcial...
Los medios ya son un lugar prohibido para la dirigencia… La movilización de los
candidatos opositores por el país es impedida… El acceso de testigos opositores
a mesas de ciertas zonas ha sido metódicamente impedido en los últimos eventos
electorales… La represión es un hecho cuotidiano, en forma de secuestros de
activistas, de golpizas a manifestantes y hasta de asesinatos de candidatos…
Pues bien, ante
esta realidad que ya no puede ser negada por ningún grupo, del Gobierno o de la
Oposición, sería infantil y suicida mantener una estrategia de Oposición que
esté limitada a lo electoral, negada a la movilización popular y que cierre
salidas que la propia Constitución prevé para que la sociedad se defienda de
gobiernos que la violen.
Un cambio en la
estrategia y tal vez en los liderazgos de Oposición tendrá que venir, porque la
historia política la hacen las sociedades y no solamente -ni fundamentalmente-
los liderazgos…
La Venezuela democrática se
beneficiaría mucho de contar con las virtudes innegables que tienen algunos
líderes de la actual dirigencia, pero para que eso sea viable, los líderes
tendrán que hacer varias cosas que los legitimen ante una mayoría que ve
cerrarse las opciones, y que los hagan políticamente eficaces, no solo
esforzados demócratas … Entre ellas abrirse a la Política (con “P” mayúscula) y
no sólo a lo electoral, responder más a la sociedad y no sólo los partidos, oír
más a otros, convertirse en un grupo más plural…
Una marea así haría flotar
todos los barcos… Por el bien del país, mientras más pronto suceda, más cerca
estaremos de la Venezuela que queremos todos…
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