domingo, 24 de junio de 2012

El Estado Federal


Fernando Facchin B.

A principios de esta semana (lunes 18 y martes 19 de junio) se llevó a efecto un importante foro: “Estado Federal: futuro y actores”, excelentemente organizado por Tren Venezuela. Los temas allí desarrollados, responden a la inquietud sobre el futuro del país. El mismo, evidentemente, depende de la capacidad integradora, esto es de atender a las demandas democráticas de autoafirmación regional y municipal.


El proceso de descentralización nació gracias a la voluntad política de la IV República que aceptó la necesidad de un cambio geopolítico que garantizara la estabilidad del sistema democrático. De tal manera que la descentralización, como proceso de transformación del hipertrofiado estado centralista, es el sistema ideal para desarrollar la democracia en un verdadero esquema de participación ciudadana como principio fundamental para evitar la concentración de poder. La descentralización viene a conformar un verdadero Estado federal desde las perspectivas económicas, jurídicas, políticas y sociales necesarias para el desarrollo sostenible de los estados y municipios. Pero la descentralización requiere de una serie de condiciones para que sus ventajas potenciales se materialicen. El principio de autonomía es uno de ellos, junto con un marco jurídico que permita las relaciones intergubernamentales, la clara delimitación de competencias y la suficiencia financiera. La centralización político-administrativa es un sistema opresor de los recursos públicos con sus monopolios, sus prohibiciones y sus trabas de todo género al desarrollo sostenible de las regiones.


El hiperpresidencialismo chavista ha impedido la descentralizador produciendo una crisis en su legitimidad, debilitando las instituciones, retardando la asignación de recursos a las regiones, negándoles su propio desarrollo, a sabiendas que la democracia y la participación protagónica son ejercidas a cabalidad cuando los gobiernos locales son más próximos a los ciudadanos, realzando la importancia de la sociedad civil y sus instituciones políticas ante los desafíos del desarrollo regional y la estimulación del sentido de pertenencia como sociedad colectiva.

La federación nos garantiza la previsión y la prospectiva de un futuro promisorio para el ejercicio de nuestro desarrollo sostenible, sobre todo para convertirnos en artesanos de un futuro elegido más que ser víctimas permanentes de un pasado y presente sufridoa, como se vislumbra ante la remota posibilidad de la reelección presidencial. El 7/O expira el tiempo y la oportunidad que nos concede la historia para asumir el rol que nos corresponde para el rescate de la República. La descentralización permite un equilibrio más democrático entre los actores políticos y sociales, al impedir concentraciones de autoridad, poder y recursos presupuestarios. Por lo que se viene sosteniendo que la descentralización aumenta la gobernabilidad democrática de un país, involucrando a un mayor número de actores en las decisiones.

De igual manera, los procesos de descentralización y transferencia son el medio idóneo para impulsar y contribuir a la consolidación del modelo federal descentralizado que determina la Constitución, para lograr impulsar una gestión eficaz, eficiente, transparente y responsable de las políticas públicas en cada región del país en correspondencia con sus aspiraciones, necesidades y propuestas.

El oficialismo evidencia una crisis socio política de dramáticas señales de destrucción del país, después de 40 décadas de estabilidad política, surgen dudas acerca de la probabilidades de sobrevivencia del hoy maltrecho Estado de derecho. Se ha iniciado la cuenta regresiva para el gobierno, no permitamos que el Estado federal sea una utopía.

No hay comentarios: