domingo, 24 de junio de 2012

Discurso de bienvenida de Asdrúbal Romero



Palabras de Asdrúbal Romero en el Foro Estado Federal: Futuro y actores (18/06/2012)


“La descentralización no debe ser asumida como una reivindicación exclusivamente administrativa. Ni debe concebirse solamente como un enfrentamiento de índole financiero o una demanda por una justa distribución de los ingresos fiscales del país. Es más que eso. La búsqueda de autonomías regionales debe verse como un instrumento de afirmación de la diversidad cultural y política existente en el país”.
Nelson Acosta, seis de mayo de 2012

Después de este epígrafe, doy apertura a este evento agradeciendo a sus organizadores se me haya encomendado pronunciar estas palabras de inicio. Agradecimiento que deseo particularizar en Rubén Pérez Silva y Phillip William Thorogood, quienes se echaron sobre sus hombros la organización de este evento, asistidos siempre oportuna y eficientemente por la operatividad de Álvaro Pérez y Aura Virginia Corredor. Carmelo Ecarri, César Peña Vigas, Guillermo Manosalva, Elis Simón Mercado, Ulises Rojas, y mucha otra gente del Tren, hemos estado allí apuntalándoles para que esta magnífica idea se concretara. Idea en cuya génesis identifico a Phillip William y a Nelson Acosta, Coordinador del Observatorio Venezolano de las Autonomías, perseverante impulsor de la idea de federalizar al paísy más aún: Nelson ha sido un obstinado promotor de la idea de federalizar el discurso político, como lógica de comunicación más efectiva a fin de confrontar el agotado modelo de país que encarna este gobierno. Sí, confrontarlo versus la visión futurista de un país de oportunidades para el progreso en la que también se excluya, esto es muy importante, esa perspectiva centralista de dirección del país que prevaleció a lo largo del siglo pasado.La interrogante que propone este planteamiento es: si sólo el relato político del progreso, eje central de la campaña “Hay un Camino”, es suficiente como propuesta política para confrontar y derrotar a un régimen que pretende mantenernos hundidos en el pasado mientras avanza en su continuada y sistemática destrucción del país.


¿Qué hacer frente a la destrucción? Esta fue la pregunta que calentó el ambiente y la motivación de nuestras primeras reuniones de constitución del movimiento, en noviembre del 2010. No podíamos seguir siendo pasivos testigos de ésta. Ante la destrucción antepusimos la reconstrucción. De allí la denominación que elegimos: TREN (Talleres de Re-construcción Nacional). Nombre metafórico además que nos convocaba a visionar una estrategia ambiciosa de participación en continuo movimiento: las estaciones en los estados; los vagones en los municipios; los operarios del tren trabajando en las comunidades e incitando a la participación ciudadana; el tren recorriendo toda Venezuela. Por aquellos meses, era inevitable que la sociedad civil se sintiera un tanto al margen del proyecto de la Mesa de la Unidad Democrática, un proyecto político que andaba en el camino correcto, como luego se ha demostrado,pero que, por razones obvias, debía atravesar por un período de integración y consolidación interna que dificultaba, por no decir: que hacía imposible, la participación de la sociedad civil. 

Por eso, cuando comenzamos a reunirnos gente de las universidades, de la industria, del comercio (veo a Damiano Del Vescobo, aquí presente, y es inevitable que recuerde la participación en aquellas primeras reuniones del Ing. Carlos León Alvarado, amigo que recientemente se nos fue al infinito eterno, sean estas palabras un homenaje póstumo a su emprendeduría, afabilidad y honradez). Decía que nos reuníamos gente de los colegios profesionales, de los gremios, de los sindicatosy el anhelo más grande que uno podía detectar en esas reuniones era el de participar. ¿Cómo contribuir? ¿Cómo aportar a la causa? Más preguntas que respuestas. 

Ya para ese momento la MUD tenía una cantidad de equipos técnicos trabajando en los Lineamientos para el Programa de Gobierno de Unidad Nacional, documento que luego fue dado a conocer, pero era lógico que en aquellas primeras reuniones nos preguntáramos: ¿Y los de la provincia qué? ¿No habrá espacio para aportar nuestras ideas? ¿Quién mejor que los conocedores de las problemáticas regionales para elaborar propuestas programáticas al respecto? De allí que el TREN naciera con un sentido e intrínseco espíritu de reivindicación de lo regional en la política nacional. Nacimos con vocación federalista. Y lo interesante es que en el recorrido que hiciéramos por varios estados del país, detectamos que la recuperación de las autonomías regionales como tesis política contrapuesta al castrante centralismo era y sigue siendo una demanda sentida y una exigencia ciudadana.

Como quiera que no es nuestro deseo dejar en ustedes algún mensaje equivocado, que pudiera percibirse como reclamo a destiempo, es pertinente aclarar que en el Tren hemos analizado el documento sobre “Lineamientos para el Programa de Gobierno de Unidad Nacional”, el cual nos parece un excelente punto de partida en la orientación de las estrategias y políticas fundamentales de cara al desafío de reconstruir a Venezuela. El coordinador de las comisiones técnicas que prepararon este documento, Marino González, PHD en Políticas Públicas, nos estará hablando hoy, justo al mediodía, sobre lo contemplado en materia de descentralización en esa propuesta programática de la MUD.

También Carlos Mascareño, doctor e investigador en el Centro de Estudios del Desarrollo de la UCV, coordinador de la Comisión sobre Estado Federal de la MUD lo tendremos como ponente a las dos y media de la tarde. Otros tres miembros de esta comisión participarán en este evento: los doctores Sánchez Meleány Argenis Urdaneta a continuación de esta apertura y, a las cinco pm, la economista Christi Rangel, Investigadora del Centro Iberoamericano de Estudios Provinciales y Locales de la ULA. Por otra parte, ya en este estado, como imagino ocurre en los restantes, se tiene un gran equipo de gente trabajando sobre la carabobeñización del programa, diez comisiones que coordina el responsable por el Comando Venezuela en este estado del tema Programa de Gobierno: el ex rector Ricardo Maldonado a quien saludamos –también él participó en las reuniones iniciales de conceptualización del Tren-. Tenemos allí la estación Estado Carabobo en plena operatividad y en el proceso, ya, de instalar los vagones a nivel de los municipios. Varias de las inquietudes e interrogantes que mencionábamos antes han venido teniendo respuesta. No todas, sin embargo.

También en la mañana de hoy, tendremos a Carmelo Ecarri, unos de los fogoneros mayores del TREN, nos hablará sobre uno de los programas desarrollados por el TREN que nos ha dado mayores satisfacciones: “Mi Municipio es mi País”, sobre la necesidad de remunicipalizar la política, ¡territorializarla! Esta es una de las más importantes lecciones que hemos aprendido en el TREN. Los politólogos, entre ellos nuestro amigo Iván Serra, nos hablan de que en toda campaña política se da primero una batalla aérea y luego una terrestre. La primera, que obviamente le prepara el terreno a la segunda, es la campaña que se ejerce a través de los medios de comunicación masivos, pero ésta no basta, debe tener su lógico acompañamiento en la visita casa por casa y en la reiteración del mensaje del candidato a los pobladores de las muy diversas comunidades, a lo largo y ancho del país. Es el tradicional boca a boca con la correspondiente retroalimentación que deben acometer los dirigentes locales. 

Con respecto a esta campaña terrestre, es pertinente reconocer que podemos confrontar problemas, porque las redes de comunicación política en el ámbito local se han extinguido, en casi su totalidad, durante el transcurrir de este ya muy extendido período republicano. Los partidos tradicionales perdieron sus canales de comunicación natural con las comunidades, exceptuando quizás algunos estados donde se ha retomado, parcialmente, el poder. La lección que hemos aprendido es que la reconstrucción de este país pasa por la reconstrucción de las redes de participación y comunicación política a nivel local. ¿Cómo contar con un nivel de activismo social y político, en el ámbito de los 335 municipios y las 1.084 parroquias que suman a Venezuela, un activismo que se identifique y se conecte con la propuesta del cambio necesario e indispensable? 

De cara a este desafío, el Tren se ha planteado un área de trabajo donde puede mostrar sus mayores logros, aunque limitados considerando la insuficiencia de los recursos con los que disponemos. Liderizados en esta área por Carmelo Ecarri, hemos desarrollado una metodología, sustentada en talleres, para la formación de una dirigencia local consustanciada con la nueva realidad política que se vive en nuestro país. La hemos probado, con promisorios índices de aceptación, en proyectos pilotos que hemos acometido en varios estados, el más reciente y extensivo en el vecino Yaracuy, y aquí en Carabobo resaltamos el eje San Joaquin- Mariara y el Municipio Libertador –Tocuyito-. Este knowhow lo ponemos a disposición de esta campaña admirable, que todos los venezolanos, conscientes de la necesidad del cambio,debemos activar de cara a la encrucijada histórica que se nos plantea el siete de octubre.
Al momento de inscribirse ustedes recibieron un documento breve, el Manifiesto del Tren Venezuela ante el proceso de elección presidencial, documento que sintetiza la tesis política que hemos extraído de este recorrido de experiencias.“Hemos aprendido que es necesario conocer los mecanismos de comunicación que permiten auscultar las percepciones y emociones del ciudadano de a pie. Hemos aprendido que para comunicar es necesario conectar y estimular emociones. Se trata de construir una narrativa de carácter federal que impulse el desarrollo de las autonomías regionales y municipales, el surgimiento de nuevos liderazgos identificados con los más legítimos intereses de sus comunidades y de un nuevo país”.

Estamos plenamente convencidos que la auténtica profundización de nuestra democracia pasa por una efectiva redistribución del poder y esto sólo se puede lograr si, verdaderamente, internalizamos la urgente necesidad de adelantar un genuino proceso de federalismo descentralizador. Que no se detenga en la mera transferencia de competencias administrativas, que no sólo llegue hasta las sedes de las gobernaciones, aspecto este que generó algunas críticas en el pasado, aunque es justo reconocer que la experiencia descentralizadora se desarrolló por un corto período de apenas nueve años. La descentralización debe llegar hasta las más mínimas porciones territoriales de este país en las que existan comités, comunas o juntas en las que se tomen decisiones que involucren el bienestar colectivo. Esto es federalizar al país. 

Por supuesto, que debe ser un proceso progresivo, pero asumido con el aliento de profundizarlo hacia la constitución de las autonomías regionales. A veces, cuando hablamos de autonomías regionales, diversos interlocutores asumen una cierta cara de susto. Podemos entender que como tema de campaña conlleve algunos riesgos, pero la verdadera visión futurista del federalismo descentralizador debe contemplar la meta del federalismo autonómico y esta sí es una auténtica propuesta política, para la cual debemos buscar los mecanismos que posibiliten su eficaz comunicación. Las autonomías regionales proveerán a este país del blindaje jurídico, social y cultural que impidan procesos regresivos de recentralización y prácticas autoritarias en el ejercicio del poder. Basta con revisar la historia de este país para darnos cuenta del daño que le han hecho a Venezuela los centralismos caudillescos. No se trata de cambiar un caudillismo militar por otro caudillismo civil. Frente al ejercicio centralista del poder, que siempre deviene en autoritario, la verdadera contrapuesta política es la redistribución efectiva del poder a través del federalismo descentralizador.

He intentado hacer explícitas las razones que hemos tenido, como Tren Venezuela, para organizar este evento. Se les ha entregado otro documento de mayor extensión, titulado “Federalizar el país” (Nota: este documento será publicado en el blog tan pronto esté disponible en formato electrónico), que abunda en los argumentos sustentadores de nuestra tesis política. Ahora bien, el tema del Estado Federal pudiera verse, de hecho muchos lo ven así, como un tema de organización del gobierno a posteriori, una vez lo hayamos asumido como así habrá de ser. Este evento debería ser entonces post electoral, mientras que Tren Venezuela lo organiza y convoca previo a las elecciones, a pocos días del inicio formal de la campaña. ¿Cuáles son nuestras razones? 

Si bien observamos con complacencia cómo el tema del federalismo descentralizador ha sido incorporado a la agenda política del candidato y al debate electoral, albergamos dudas si el mismo está siendo asumido con el énfasis y protagonismo que debería tener. Retornamos a la interrogante planteada casi al inicio de estas palabras: ¿Si sólo el relato político del progreso es suficiente como propuesta política para confrontar y derrotar a un régimen que sí ha estructurado redes locales de comunicación política a través de la cuales, además, vierte su esencia de asistencialismo populista? Cuando Capriles Radonski habla de legalizar las misiones, Chávez contrapuntea anunciando que las incorporará en la Constitución. Cualquier oferta opositora, de inmediato es demagógicamente mejorada y aunque este gobierno sufre ya de una importante merma de su credibilidad, a través de los medios se le bombardea al pueblo con innumerables historias de progreso individual debidas a la providencial ayuda de quien sólo es superado por Dios. 

¿Será entonces que la oferta de progreso y de solución de los múltiples problemas que aquejan a los venezolanos deba ser el único eje central de la oferta política de los sectores democráticos? ¿Por qué no complementarla con un relato federalista que procese mejor la diversidad política y cultural de las regiones del país y a la vez tenga un mayor punch diferenciador? 

Son interrogantes para el debate. Mañana tendremos a varios de los actores protagonistas del futuro del Estado Federal, tres gobernadores democráticos y dos candidatos a las gobernaciones de dos estados claves para el desarrollo del país, veremos cuál es su valoración sobre el pulso que deberá tener la propuesta del federalismo descentralizador en el marco de esta histórica campaña. Ojalá, como corolario de este evento surja de este Carabobo donde nació Venezuela, emblemática sentencia de orgullo federalista, por cierto, el compromiso por conferirle a la tesis del Estado Federal una mayor relevancia en el diseño de la estrategia comunicacional en esta campaña.Para finalizar: aconsejamos, solicitamos, veríamos con buenos ojos, requerimos, ¿no sé si resultaría muy tremendista añadir que demandamos? Que frente al abusivo centralismo, se contraponga el compromiso político por una efectiva redistribución del poder entre las regiones!

Muchas gracias.
Prof. Asdrúbal Romero Mujica

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