Miguel A. Megias
En un artículo anterior comentábamos que partidos políticos como ONGs se han financiado mediante pequeños aportes o donaciones. Pequeños, pero que sumados pueden resultar en cifras importantes. Y uno de los ejemplos que citábamos era la exitosa primera campaña del candidato Barack Obama a la presidencia de los Estados Unidos, en 2008.
Ahondando en este concepto, nos topamos con el término crowdfunding (del inglés crowd, masa o público y funding, financiamiento) que define con total claridad este nuevo concepto de financiamiento colectivo, (también denominado en España “micromecenazgo”), vía Internet.
Según Wikipedia, Crowdfunding es: “Cooperación colectiva, llevada a cabo por personas que utilizan una red para conseguir dinero u otros recursos; se suele utilizar Internet para financiar esfuerzos e iniciativas de otras personas u organizaciones”.
Efectivamente, son muchas las organizaciones y los proyectos, en todo el mundo, que obtienen recursos apelando a la buena voluntad de ciudadanos dispuestos a “arrimar el hombro” para ayudar en el financiamiento colectivo. Generalmente tales contribuciones son de montos pequeños, que para muchas personas apenas significan un sacrificio. Los montos pueden ser desde 2 hasta 20 euros o su equivalente en otras monedas.
Existen plataformas en Internet que se especializan en este tipo de operaciones. Por ejemplo, goteo presenta en su página principal seis proyectos que están siendo financiados mediante crowdfunding, para que el lector elija, si le interesa, alguno de ellos. Cada proyecto, al hacer clic sobre los enlaces, presenta en imágenes y a veces con vídeos los objetivos que se han trazado, que es lo que aspiran hacer con los fondos y que cantidad requieren.
A continuación un breve vídeo motivacional de un semanario digital, vía52, que aspira obtener fondos para su publicación:
Este concepto es fácilmente trasladable al financiamiento de partidos políticos. El primer elemento a tomar en cuanta es, desde luego, la credibilidad. Aún cuando parece haber rechazo a políticos y a la política, todavía hay una gran mayoría de venezolanos que tienen fe y creen en los partidos de su preferencia. Esto ha quedado demostrado por las importantes cifras de votación en las recientes elecciones presidenciales en Venezuela. Los demás factores tienen que ver con los proyectos que un partido aspira a desarrollar y naturalmente debe existir un proyecto comunicacional que permita llevar a buen fin una exitosa campaña de crowdfunding.
Creemos que este tema debe ser considerado por quienes tienen posiciones importantes en el seno de los diversos partidos. Ciertamente, el donante se desprende de un pequeño monto de sus haberes. Pero recibe a cambio, en primerísimo lugar, la satisfacción de haber "hecho algo" por el partido de su preferencia, con lo que se refuerza la democracia (democracia sin partidos no funciona). En algunos casos, el donante puede recibir algún tipo de recompensa o reconocimiento (diploma, tarjeta de pertenencia, etc.) que tiene un gran valor simbólico aunque su valor real sea ínfimo.
Dejamos a la consideración de nuestros lectores, la propagación de estas ideas tan brevemente esbozadas aquí.
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