domingo, 13 de enero de 2013

Endogamia política


Nelson Acosta Espinoza

No se sorprenda amigo lector. El término endogamia, si bien proviene de las ciencias biológicas, es de uso común en los análisis que llevan a cabo los antropólogos sobre la cultura de la política. En este contexto podemos describirla como una práctica social de rechazo a las ideas, actitudes y valores ajenos a un grupo determinado. Expresa exclusión, segregación, clientelismo y constituye un obstáculo poderoso que impide institucionalizar una verdadera modernidad política.

La extremada polarización que experimenta la sociedad venezolana, por ejemplo, es una expresión de esta práctica endogámica. Situación peligrosa que pone en peligros los esquemas de convivencia social y achica los espacios comunes y necesarios para la negociación y resolución de los conflictos presentes en la sociedad. No reconocer al otro, en cualquier direccionalidad, es una práctica antidemocrática y abre caminos para la profundización de los mecanismos autoritarios. Vencer estas mañas endogámicas y salir al encuentro del otro debería constituir punto de partida en la búsqueda de un acuerdo nacional.

Existen experiencias históricas que muestran los efectos perversos de esta práctica. El estudioso Raúl Ramírez Ruiz en su libro “Caciquismo y endogamia, Un análisis del poder local en la España de la restauración (Córdova 1902-1931) describe minuciosamente este sistema caciquil donde las practicas endogámicas provocaban una identidad entre poder económico y político. A esta cultura atribuye el autor la imposibilidad para poder reformarse que padecía el sistema de la restauración borbónica en España. Rafael Ramírez Ruiz le atribuye a estas prácticas endogámicas peso dentro de las causas que provocaron el hundimiento de la monarquía y abono para la confrontación armada entre los españoles.

Desde otro ángulo, Russel Harding politólogo de la Universidad de Nueva York analizó las bases sobre las cuales se asientan posiciones extremas. En su ensayo The Crippled Epistemology of Extremism (La epistemología minusválida del extremismo) muestra como estos grupos se autoafirman mediante un enclaustramiento en “capullos” discursivos. En otras palabras, los grupos polarizados se escuchan solamente a sí mismos. Su “epistemología minusválida” los mantiene en un aislamiento que les permite asumir con firmeza sus convicciones y no cuestionar la validez de sus creencias. De ahí el término “epistemología minusválida”. De acuerdo a este autor, para romper este ciclo de la polarización se haría necesario desgarrar los “capullos” discursivos en los que permanecen los grupos radicales.

Me parece que estos términos, endogamia política y epistemología minusválida, bien pudieran usarse para describir, por un lado, la coyuntura política del país y, por el otro, los “capullos” discursivos dentro de los cuales viven acomodaticiamente diversos actores políticos del oficialismo y la oposición venezolana. No sería aventurado señalar que sus respectivas “epistemologías” no les permiten abrirse hacia el reconocimiento mutuo.

Una alternativa política con vocación mayoritaria, entonces, debería permitir que “los pétalos de sus flores abran”. En otras palabras, hay que salir del capullo discursivo, romper la lógica dicotómica que divide a los venezolanos e ir al encuentro del “otro”. Tarea, desde luego, nada fácil. Los últimos acontecimientos señalan lo complejo y las dificultades que hay que enfrentar para el diseño de una política que pueda asumir la dialéctica de lo “uno y lo diverso”.

Lo he expresado en ocasiones anteriores. El punto de partida debería ser la producción de un relato político federalizado. De por sí, la palabra federal, implica un reconocimiento y respeto a la diversidad constitutiva de lo venezolano. Igualmente, una práctica política concebida en estos términos, abriría un abanico que podría facilitar el reconocimiento de actores políticos con posturas antagónicas.

En fin, la “epistemología federal”, por así decirlo, podría ser la alternativa a la endogamia política en la cual se encuentran atrapados oficialismo y oposición.

Nota del Editor: los dos libros citados han sido colocados en este blog, en la columna izquierda  en formato PDF.



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