lunes, 28 de enero de 2013

Emocionar para convencer


Nelson Acosta Espinoza

Dos agrupaciones con sede en la ciudad capital compiten por ejercer el liderazgo de la oposición en todo el país. Me refiero a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y la recién creada Junta Patriótica. La primera, más añeja (creada formalmente el 23 de Enero del 2008), concentra en su seno la representación de las direcciones de los partidos políticos y funciona como un foro donde se acuerdan primordialmente, aunque no exclusivamente, cuestiones de orden electoral. La nueva agrupación, liderada por el embajador Diego Arria, pretende impulsar una política más radical y menos colaboracionista en la lucha por lo que este político denomina “el rescate de la institucionalidad.


La MUD presentó a consideración de los venezolanos un programa de unidad en torno a doce objetivos nacionales (ver al final del artículo) cuyo logró garantizaría “una Venezuela verdaderamente democrática” Por su parte, la Junta patriótica planteó la creación de una gran alianza nacional que se active por el rescate del país y le salga al paso a “una oposición que pretende seguirle el juego al régimen”.
Como podemos observar ambas agrupaciones coinciden en lo estratégico y en su visión centralista de lo que es el país. Confunden, Caracas con Venezuela; no asumen la heterogeneidad cultural y política que nos distingue como nación y “hablan” desde un racionalismo positivista que deja a un lado las determinaciones culturales y emocionales necesarias para convencer y suscitar una nueva vocación de mayoría.

La frase voluntarista de Ramón Guillermo Aveledo “aquí no se rinde nadie” y el personalismo radical de Diego Arria no son suficientes para el diseño de una política alternativa que enamore a venezolanos situados en las dos aceras en que se ha dividido el país.

Este déficit unitario expresa dos cosas. Primero, la carencia de una visión que dé cuenta del país realmente existente, no del político, sino del país nacional. En necesario que la oposición se reconcilie con la diversidad que constituye lo venezolano. Segundo, la necesidad de un líder con la suficiente capacidad operativa para agrupar a los venezolanos y llenar el vacío afectivo que está dejando el liderazgo de Chávez.

Insistimos, la coyuntura requiere de un dirigente “antichavista inteligente” que, además de ese atributo, tenga la capacidad de “emocionar para convencer”. Sólo así podríamos iniciar la formación de una nueva mayoría.

A continuación, los 12 objetivos nacionales planteados por la MUD.

"Hoy, 23 de enero del año 2013, hacemos un llamado, desde la Mesa de la Unidad Democrática, a todos los venezolanos sin diferencias de posición política o sector social, dentro o fuera del país, para que juntos fortalezcamos nuestro compromiso de Unidad Nacional en la acción por la paz y por el respeto a la democracia en nuestra patria soberana. Está en las manos de todos los venezolanos defender nuestros derechos, en este momento amenazados tanto por el uso arbitrario y abusivo que los dirigentes del partido de Gobierno hacen de las instituciones del Estado, como por gobernantes extranjeros que interfieren en nuestros asuntos internos poniendo en peligro nuestra soberanía y nuestra paz nacional, ambas fundamentadas en el respeto a nuestra Constitución. Por ello asumimos el camino de la defensa y la lucha por una Venezuela verdaderamente democrática y libre, proponiéndole al pueblo venezolano unirnos en procura de los siguientes doce objetivos nacionales:


  • 1. Respeto a la Constitución.
  • 2. Gobierno de Unidad Nacional, que tenga la calidad de vida de los ciudadanos y la lucha contra la pobreza como sus principales preocupaciones.
  • 3. Defensa de los derechos de los venezolanos. Primero que todo el derecho a la vida. También el derecho al trabajo, a servicios de salud y educación de calidad y gratuitos. La mejor revolución en esta época de la humanidad y en Venezuela es la revolución del conocimiento. Derecho a la vivienda, a la justicia oportuna que respete el Estado de Derecho, y a la libertad de expresión. Ésta debe ser la principal línea de acción en la organización popular expresada de diversas formas, todas enmarcadas en la Constitución.
  • 4. Derecho a la libertad y a vivir en la patria, resolver el drama de los presos políticos y exilados.
  • 5. Defensa de la descentralización y a nuestra condición de Estado Federal Descentralizado.
  • 6. Defensa de la soberanía. La venezolanidad rechaza la injerencia del Gobierno de cualquier país en nuestros asuntos internos. En este momento, destaca por lo inaceptable la del Gobierno cubano.
  • 7. Combate a la violencia, la impunidad, la corrupción y el narcotráfico.
  • 8. Restablecimiento del respeto y la confianza entre civiles y militares. Nuestra Fuerza Armada Nacional cumplirá con la altísima misión que le asigna el artículo 328 de la Constitución vigente para servir a la nación y a su desarrollo, y en ningún caso a persona o parcialidad política alguna.
  • 9. Diálogo Nacional permanente entre todos los sectores de la vida nacional.
  • 10. Defensa de la idea sagrada de que nuestro petróleo debe ser siempre usado para el beneficio de los venezolanos, con énfasis en los más pobres, y no en regalos a otros países mientras aquí se necesitan los recursos que genera. Buena es la solidaridad, pero primero está la necesidad.
  • 11. Apoyo a la producción nacional como la mejor manera de reducir las importaciones, generar empleos nuevos y bien remunerados, y acabar con la escasez. Respeto y garantía al derecho a la propiedad.
  • 12. Lucha contra el obsceno ventajismo y por condiciones electorales equitativas, en la ruta democrática que transitamos por convicción. Para escoger libremente y en condiciones de igualdad a nuestros gobernantes enfrentamos, denunciamos y derrotaremos los abusos que empañan los procesos electorales."

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