Miguel A. Megias
El I Ching (se pronuncia i-ching) es un libro de origen chino, muy antiguo, que ha sido usado durante siglos para la adivinación. Lo he leído y utilizado muchas veces, no como oráculo, sino como texto que me ayuda a recomponer mi espíritu en los momentos de gran confusión, como es el caso actual.
Ya se nos había advertido, y no era preciso echar las monedas para adivinarlo, que las probabilidades de que la oposición democrática, encarnada en Henrique Capriles Radonski, pudiera superar la barrera de los 7 y pico millones necesarios para vencer al “hijo” de Chavez eran muy bajas. Tal vez nunca sepamos realmente lo que pasó, cuantos votos sacó cada candidato. Lo cierto, lo real, es que el Consejo Nacional Electoral (CNE), declaró el domingo 14 de abril ganador al señor Maduro, lo proclamó a toda velocidad al día siguiente, por si acaso (¿por si acaso que?¿Cual era el temor?) y ya, desde el martes 16 de abril, es el presidente en funciones, legítimo o no. ¡Y como le gusta mandar! En este primer día, martes 16 de abril, ha realizado tres cadenas nacionales de radio y televisión, emulando y hasta superando a su maestro y ductor, Hugo Chávez.
Ante estas realidades, no queda otra sino tratar de visualizar el futuro –de ahí mi referencia al I Ching. Lo que no es nada facil, a menos que se tengan los poderes que posee el vidente brasileño que todo lo adivina (Reinaldo Dos Santos).
En primer lugar, destaco que Maduro está radicalizando su gestión. Predigo que la radicalizará aún más, hasta que caiga –lo que ocurrirá tarde o temprano. Y es que quien gobierna en Venezuela, contrariamente a las apariencias, no es Maduro: hay otras fuerzas que se mueven en las sombras, con poderes por encima del poder, que son las que van dictando el quehacer al presidente. El error pronunciado por Maduro, este domingo, cuando se conoció el boletín del CNE (que “se cuenten las boletas”) no se volverá a repetir. Le han susurrado al oído, “a la derecha ni una sola concesión”, y así será. Las sombras saben que la única forma de mantenerse en el poder, habiendo estado tan cerca de perderlo en esta primera justa, es por medio de la represión y el miedo que tan bien les ha servido. Por tanto, contemos, de aquí en adelante, con más y mejor opresión en el mejor estilo fascista que tanto denuncian. Solo una orden superior, dada en las sombras al presidente de la Asamblea Nacional, puede explicar que para que un diputado de la oposición pueda expresarse tiene, primero, que aceptar a Nicolás Maduro como legítimo presidente de Venezuela. Esa muestra del más puro fascismo, la hemos vivido el martes 16 de abril a sólo tres días de la celebración de la emblemática fecha, el 19 de abril de 1810, cuando se constituye en Caracas la Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII. ¡Tremendo contraste con aquel entonces!
La sombra se pregunta: ¿si un país ha podido ser dominado, maniatado, sometido, tiranizado y avasallado durante 54 años, porque no repetirlo en Venezuela? Esa es la lógica revolucionaria. Controla y vencerás. Amedrenta y lograrás dominar a todas la sociedad. Pero esto no es tan facil como parece. Y es que Venezuela posee en sus genes un ADN democrático, pues ha vivido en libertad (aunque los gobiernos tuvieran muchas fallas, que todos admitimos) durante 40 años y posee anticuerpos contra el totalitarismo. Eso se demostró varias veces en la historia; el caso más reciente ocurrió en durante el (falso) plebiscito de 1957, protagonizado por el general Marcos Pérez Jiménez que lo condujo, dos meses después, al abandono del poder y al exilio. La radicalización comienza en el CNE (“ninguna concesión a la derecha golpista…”) y continúa en todos los órganos del gobierno. Es la fuga hacia delante. ¿Cuanto durarán los actuales actores. El lector juzgará.
Frente a lo que se nos viene encima, tenemos a un hombre superior, Henrique Capriles Radonski, que sin duda sabrá que hacer y como hacerlo. Y aquí si que vuelvo al I Ching, y lo que se dice del hombre superior:
“CHÜN TZU (el Hombre Superior) es como se designaba al noble durante la dinastía CHOU.
No se trata de un hombre superior en poder, fuerza o riqueza, sino en cultura, en bondad y en reconocimiento por los demás. El “hombre superior” es un aspecto de la personalidad, que puede ser dominante o no. El “hombre superior” a diferencia del “hombre inferior” está desprovisto del “falso yo” que adquirimos a medida que perdemos nuestra inocencia innata. La esfera “de la ilusión” o de la experiencia individual limitada, el MAYA hindú, favorece el desarrollo del “falso yo”, nos aleja de la “realidad última” pero no lo deja fuera de nuestro alcance, a pesar de esta coraza, con reflexión y perseverancia podemos abrirnos paso hasta alcanzar la sabiduría. En el I Ching econtramos referencia como la de que hay que ser paciente con aquellos que cometen imprudencias, como un maestro con su pupilo, ya que las ocurrencias de éste son debidas a su falta de madurez, o bien por estar bajo influencia de ideas equivocadas.
Esta ética del “yo verdadero” se refleja en valores recurrentes en el I Ching, como son el valor de la modestia, de la inocencia, y lo importante de ser perseverante (“el hombre superior persevera”). El “hombre superior” debe permanecer firme por fuera, pero ser blando por dentro, así resistirá el acoso del “hombre inferior”, hará frente a las dificultades, pero podrá adaptarse a las situaciones de cambio, rectificando de dirección cuando sea necesario.”
Mi predicción (no hace falta ser un genio para adivinar esto) es que vienen tiempos difíciles, muy difíciles Que con la actitud demostrada hasta ahora por el gobierno (intransigencia absoluta hacia quienes no comparten sus valores), no podrá resolver los problemas políticos y, sobre todo, los económicos pues para ello se requeriría el apoyo y aporte de quienes califican como “derecha golpista”, para con la que no habrá ninguna concesión. La radicalización será la causa de su caída tarde o temprano. Esa es mi otra predicción.
Entretanto, aprendamos a esperar, tal como nos indica el proverbio árabe (o chino, según otros autores): “Sientate a la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo”.
1 comentario:
“Sientate a la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo”. Y por supuesto, con las predicciones, no solo el de tu enemigo, sino el de tu hermano, hijo, padre, madre etc. por que en la puerta del frente hay otro pensando igual. Pensar y aportar soluciones es más razonable.
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