Publicado en junio 25 en la página web de Carlos Tablante
Carlos Tablante
El Gobierno de transición de Ramón J. Velásquez (1993-94), a pesar de su corto tiempo, se caracterizó por el impulso dado a la descentralización, hasta el punto de convertirla en una política nacional.
En los convulsionados primeros años de la década de los noventa se había aprobado la Ley Orgánica de Descentralización, Delimitación y Transferencia de Competencias del Poder Público y se desarrollaba la primera experiencia de gobernadores y alcaldes electos por el voto popular. Fue una tarea compleja que ameritó mucho trabajo y perseverancia para que los estados y municipios pudieran asumir nuevas competencias, debido a que quedaban viejas prácticas centralistas, ejercidas por más de 30 años.
En 1992, ocurren las dos intentonas golpistas y en 1993, con el juicio contra el Presidente Carlos Andrés Pérez, le toca a Ramón J. Velásquez asumir el gobierno de transición, impidiendo así que se quebrara la institucionalidad democrática.
Compartió con amplitud las responsabilidades gubernamentales con los gobernadores y los alcaldes, sin perder su rol de Presidente de la República. Entendió la importancia de la distribución de competencias, en aquel tiempo de crisis política y económica.
Ramón J. Velásquez toma la decisión de designar a un Ministro para la descentralización, cuya responsabilidad es asignada a Allan Brewer Carías, experto en la materia, quien fortaleció el proceso de negociación con los gobernadores y alcaldes.
En aquel momento, surgió la idea de la corresponsabilidad fiscal, nacieron el Fondo Intergubernamental para la Descentralización (Fides) y el Consejo Federal de Gobierno, a través de un Decreto planteado por la Asociación Nacional de Gobernadores. Además, bajo su mandato se creó la Comisión Nacional para la Descentralización y el Consejo Territorial de Gobierno, con el fin de regular las relaciones intergubernamentales y profundizar el proceso en el ámbito local, siempre conjuntamente con los gobernadores y alcaldes.
El Fides fue un fondo alimentado a través del Impuesto al Valor Agregado (IVA). Un porcentaje de la recaudación se quedaba en las regiones, para realizar obras u optimizar servicios que permitieran elevar la calidad de vida de los contribuyentes.
Durante mi gestión como gobernador de Aragua, acompañado de un valioso equipo de expertos y profesionales aragueños, firmamos con el Presidente Ramón J. Velásquez los convenios de transferencia de Salud pública, Protección y atención al Menor y Protección a la Tercera Edad, siendo nuestro estado el primero en asumir tales responsabilidades.
Hoy, el mejor homenaje que Venezuela le puede hacer a Ramón J. Velásquez, es luchar para retomar el camino de la descentralización, que en el corto tiempo de existencia que tuvo, mostró importantes beneficios a los venezolanos, en especial, a los que viven en el interior del país y que hoy, lamentablemente, vuelven a sufrir las negativas consecuencias del centralismo, ahora aumentadas por el sectarismo irracional del partido de gobierno (PSUV) y por un militarismo ineficiente y corrupto que asfixia al país.
1 comentario:
Algunas veces, nada parece suficiente para recordar a un gran hombre, es el caso del Dr Velásquez. Ya no hacen venezolanos como él. Como venezolano de a pie, gracias por dedicarle este espacio.
Me he convertido en seguidor de su blog, cuyo enlace voy a poner en el mío. Me gustaría que lo visitaran y tal vez intercambiáramos enlaces, si les parece prudente. Mil gracias
http://wwwlosdeentonces.blogspot.com
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