domingo, 29 de junio de 2014

Ramón J. Velásquez, el presidente de la descentralización



Publicado en junio 25 en la página web de Carlos Tablante
Carlos Tablante


El Gobierno de transición de Ramón J. Velásquez (1993-94), a pesar de su corto tiempo, se caracterizó por el impulso dado a la descentralización, hasta el punto de convertirla en una política nacional.

En los convulsionados primeros años de la década de los noventa se había aprobado la Ley Orgánica de Descentralización, Delimitación y Transferencia de Competencias del Poder Público y se desarrollaba la primera experiencia de gobernadores y alcaldes electos por el voto popular. Fue una tarea compleja que ameritó mucho trabajo y perseverancia para que los estados y municipios pudieran asumir nuevas competencias, debido a que quedaban viejas prácticas centralistas,  ejercidas por más de 30 años.

En 1992, ocurren las dos intentonas golpistas y en 1993, con el juicio contra el Presidente Carlos Andrés Pérez, le toca a Ramón J. Velásquez asumir el gobierno de transición, impidiendo así que se quebrara la institucionalidad democrática.

Compartió con amplitud las responsabilidades gubernamentales con los gobernadores y los alcaldes, sin perder su rol de Presidente de la República. Entendió la importancia de la distribución de competencias, en aquel tiempo de crisis política y económica.

Ramón J. Velásquez toma la decisión de designar a un Ministro para la descentralización, cuya responsabilidad es asignada a Allan Brewer Carías, experto en la materia, quien fortaleció el proceso de negociación con los gobernadores y alcaldes.

En aquel momento, surgió la idea de la corresponsabilidad fiscal, nacieron el Fondo Intergubernamental para la Descentralización (Fides) y el Consejo Federal de Gobierno, a través de un Decreto planteado por la Asociación Nacional de Gobernadores. Además, bajo su mandato se creó la Comisión Nacional para la Descentralización y el Consejo Territorial de Gobierno, con el fin de regular las relaciones intergubernamentales y profundizar el proceso en el ámbito local, siempre conjuntamente con los  gobernadores y alcaldes.

El Fides fue un fondo alimentado a través del Impuesto al Valor Agregado (IVA). Un porcentaje de la recaudación se quedaba en las regiones, para realizar obras u optimizar servicios que permitieran elevar la calidad de vida de los contribuyentes.

Durante mi gestión como gobernador de Aragua, acompañado de un valioso equipo de expertos y profesionales aragueños, firmamos con el Presidente Ramón J. Velásquez los convenios de transferencia de Salud pública,  Protección y atención al Menor y Protección a la Tercera Edad, siendo nuestro estado el primero en asumir tales responsabilidades.

Hoy, el mejor  homenaje que Venezuela le puede hacer a Ramón J. Velásquez, es luchar para retomar el camino de la descentralización, que en el corto tiempo de existencia que tuvo, mostró importantes beneficios a los venezolanos, en especial, a los que viven en el interior del país y que hoy, lamentablemente, vuelven a sufrir las negativas consecuencias del centralismo, ahora aumentadas por el sectarismo irracional del partido de gobierno (PSUV) y por un militarismo ineficiente y corrupto que asfixia al país.

1 comentario:

Juan Carlos Liendo dijo...

Algunas veces, nada parece suficiente para recordar a un gran hombre, es el caso del Dr Velásquez. Ya no hacen venezolanos como él. Como venezolano de a pie, gracias por dedicarle este espacio.
Me he convertido en seguidor de su blog, cuyo enlace voy a poner en el mío. Me gustaría que lo visitaran y tal vez intercambiáramos enlaces, si les parece prudente. Mil gracias
http://wwwlosdeentonces.blogspot.com