Nelson Acosta Espinoza
La navidad es la fiesta que celebra el nacimiento de Jesucristo. Tiempo para expresar buenos deseos. Es un momento de recogimiento y oportunidad para especular en forma positiva. Intentemos, entonces, aprovechar la atmósfera navideña para enunciar opciones políticas alegres para el país. Desde luego, nos moveremos en el plano de la especulación; en el ámbito de las buenas aspiraciones. Después de todo nos encontramos en tiempos de optimismos y buenas venturas.
Vamos a señalar algunas condiciones previas. En principio, sería necesario reconocer la grave situación que enfrentan los venezolanos. Este reconocimiento es indispensable para la construcción de un acuerdo político que exprese la realidad política post electoral. Sin lugar a dudas, el escenario político y económico se tornará más precario a partir del año que viene: escasez de alimentos y medicinas; elevada inflación y una incapacidad del gobierno para producir respuestas eficaces a esta situación que pudiera desbordarse y tener consecuencias graves para el país.
Entonces, pareciera válido formular la siguiente pregunta: ¿existe, en la esfera del oficialismo, conciencia de los riesgos que entraña la coyuntura económica y política? Creo que es posible sostener que en términos retóricos, las altas esferas del gobierno, asumen que se enfrentan a un escenario peligroso en el plano económico. Atribuyen, a una supuesta "guerra económica", responsabilidad por la crisis que atraviesa el país. En el marco de esta lógica, la oposición y sectores externos (imperialismo yanqui) jugarían un papel protagónico en este escenario. En consecuencia, el remedio a estos males seria acentuar el carácter socialista de la revolución. Sin embargo, esta visión no es compartida por la totalidad de los componentes del PSUV. Es dominante en las altas esferas del gobierno. En sectores medios y de base ven con escepticismo esta lectura de la actual crisis que atraviesa la nación.
Ahora bien, ¿la oposición democrática estaría en disposición de recorrer el camino en búsqueda de una salida por la vía de la transacción política? ¿Esta ruta es plausible? Bien, en las actuales circunstancias un acuerdo político para salir de la crisis resulta inalcanzable. Las heridas producto de la derrota electoral son muy visibles y, la euforia del triunfo, muy alta. Sin embargo, otras experiencias históricas altamente conflictivas (España de Franco y Chile de Pinochet) pudieron diseñar modelos de transición por la vía de la transacción política.
La experiencia histórica enseña que estos procesos se dan bajo circunstancias específicas. ¿Cuáles, por ejemplo? Bien, se producen cuando se combinan dos condiciones que, si bien, son opuestas, resultan complementarias: desgaste del régimen que aumenta los costos de su mantenimiento y, en paralelo, la oposición disminuye los de la tolerancia política.
Venezuela se encamina hacia una situación favorable para instrumentar tácticas que favorezcan un proceso de transición vía transacción política. El impresionante triunfo de los factores de la oposición en las elecciones legislativas indica un cambio en la correlación de fuerzas en el país. Es posible, entonces, generar condiciones para iniciar negociaciones entre los factores de poder que componen nuestro espectro político. Solo así se evitaría la solución de la actual crisis por la vía violenta.
Bueno, son deseos formulados dentro del espíritu navideño. Ojala el año 2016 abra la oportunidad para el inicio del proceso de transición política a través de la negociación y acuerdos políticos. Es mi aspiración en estas fiestas navideñas.
Amigos lectores me despido hasta el año entrante. Mis mejores augurios para todos ustedes. Feliz Navidad.
Sin lugar a dudas, ahora y en el futuro, la política será así.
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