Nelson Acosta
Espinoza
Bien, amigos
lectores, voy a iniciar esta columna con una afirmación que probablemente no
será del gusto de muchas de las personas que tienen a bien leer a este
escribidor. Es probable, tal como se están desarrollando los acontecimientos
políticos, que el Presidente Maduro pueda arribar al término de su período
presidencial. Y, ello pudiera ser así, debido a una errónea concepción
estratégica esgrimida por sectores de la dirigencia opositora. ¿Cómo
interpretar esta afirmación? ¿Qué significado atribuirle en el marco de los
últimos acontecimientos políticos? ¿Es la MUD, de ser cierta esta apreciación,
la única responsable?
Bien voy a
intentar dar respuestas a estas interrogantes. Una advertencia. Me guía la sana
intención de contribuir, en lo posible, a despejar el horizonte político y
agregar unas reflexiones que puedan ser útiles para el debate político en
ciernes.
Una primera
hipótesis, pudiera ser ésta: la muerte de Chávez traería como consecuencia la caída
del chavismo y, con ello, se facilitaría el desplazamiento o salida del poder
del socialismo del siglo XXI. Esta idea inspiró algunas de las propuestas
diseñadas por la oposición, en particular, la denominada “la salida”. Se
esperaba que la combinación de crisis económica y ausencia de liderazgo gubernamental
fueran ingredientes suficientes para provocar un movimiento de masas que
subvirtiera las bases del régimen. A pesar de las protestas en las principales
ciudades del país los objetivos planteados no pudieron alcanzarse. Conspiró
contra esta táctica la falta de unidad, su poco engarce con sectores populares
y la ausencia de apoyo institucional de la MUD.
La otra
alternativa diseñada por un parte de la oposición fue la del referéndum
revocatorio. Esta “salida”, de índole institucional, se encuentra consagrada en
la actual constitución. Es importante resaltar, lo que a su inicio fue una
iniciativa partidista, posteriormente se transformó en un sentimiento ciudadano
que abarcó a todos los sectores de la población. Desafortunadamente la
dirigencia opositora no supo o no pudo defender esta opción en la calle. El
gobierno, por su parte, diseño su apuesta política en dos fases. Primero, anuló
el referéndum con una sentencia de naturaleza penal asumida por el CNE y,
segundo, mediante una estrategia “transformista”, cooptó parte de la dirigencia
opositora en una mesa de negociación que, hasta el día de hoy, no ha producido
mayores resultados.
Bien, es el
momento de formular una pregunta de naturaleza estratégica. ¿Tiene la oposición
democrática capacidad para generar una crisis que obligue al gobierno a dimitir?
No es tarea fácil dar respuesta a esta interrogante. En el mundo político lo
imprevisible siempre está a la orden del día. En este sentido esta opción se
encuentra dentro de las posibilidades a corto plazo. Sin embargo, de permanecer
invariable las actuales circunstancias políticas resulta improbable. Se
requeriría, de parte de la dirección política opositora, la formulación de una
estrategia discursiva diseñada para engarzar con los sentimientos y necesidades
de la población. Y, desafortunadamente esta opción, por ahora, no ha sido
formulada.
Queda, entonces,
la agenda electoral regional y municipal. La MUD, en consecuencia, está en la obligación de reorganizarse para
enfrentar estos retos electorales. Es importante, entonces, dotar a estos
comicios de una significación nacional. Suerte de plebiscito donde se juzgaría
al chavismo y sus políticas. Para lograr este cometido es vital sortear la
desviación electoralista carente de propuestas políticas.
Hasta aquí este
apretado y esquemático resumen de algunas de las opciones políticas que se encuentran a la mano de la oposición. Desde
luego, todas ellas han de requerir de un arduo trabajo político con la gente.
Un compromiso que trascienda a los militantes y que esté en capacidad de
interpretar las necesidades de la población. El tema no es exclusivamente
electoral, es político y, en consecuencia, es imperativo del diseño de una propuesta
que permita ir al encuentro de los venezolanos y sus necesidades.
En relación a la
interrogante inicial: ¿tiene la oposición capacidad para generar una crisis que
obligue al gobierno a dimitir? Salvo que se produzcan situaciones de naturaleza
extraordinaria, la respuesta es negativa.
En cualquier
caso, la política es así.
1 comentario:
Usted es un soñador, Hermano. Con esa oposición inepta, criminal, ambiciosa, corrupta y formada por ladrones cofesos (Léase gobierno interino) jamás lograrán ganarse al pueblo venezolano. Chávez supo sembrar conciencia.
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