Nelson Acosta Espinoza
Una
célebre frase de Marx dice que “la historia se repite como si dijéramos dos
veces: la primera vez como tragedia y la segunda vez como farsa”. Esta expresión
me vino a la memoria después de ver el excelente documental del realizador
Carlos Oteyza, “CAP 2 intentos”.
En
este excelente largometraje documental el director narra, en forma sencilla e
inteligente, los dos gobiernos del presidente Carlos Andrés Pérez. “La Gran
Venezuela” y el “Gran Viraje”. Ilusión rentística, en el primer caso, y
corrección voluntariosa, en el otro, del
dilema histórico que ha estado presente
en nuestra historia reciente y, que aún, permanece sin una repuesta apropiada.
Es
conveniente preguntarse sobre sobre la naturaleza de este impase histórico. Y,
desde luego, aclarar el sentido de la frase con la cual se inició este
breve escrito.
Venezuela
ha sido y es en la actualidad un petroestado. Ahora bien ¿qué significa este
concepto? El término fue acuñado por la investigadora estadounidense Terry Lynn Karl en su libro “The Paradox of Plenty. Oil Booms and Petro-States” (La paradoja de la abundancia.
Bonanza Petrolera y Petro-Estados). Esta investigadora calzó este término como
la cristalización de una regresión de naturaleza institucional, capaz de
transformar la potencial bendición del país por poseer una dotación amplia de
recursos petroleros (hecho de naturaleza fortuito) en su opuesto. “una
maldición” (Pérez Alfonzo, dixit).
En forma
breve el petro estado se forma a partir del auge de los precios de petróleo.
Esta riqueza súbita propicia el estatismo desmesurado, el comportamiento de
“búsqueda de rentas” y populismo extendido. Se configura así una “trampa de
pobreza”: combinación de dependencia extrema del ingreso petrolero (cuyos
precios no se controlan domésticamente)
y cristalización del petro estado.
Desde luego
lo relatado es mucho más complejo e involucra otros aspectos. Por ejemplo, la
denominada “enfermedad holandesa”. Término que connota los efectos dañinos para
la economía del país que provoca ese aumento significativo de divisas producto
de la exportación petrolera: apreciación de la moneda; aumento de las
importaciones; disminución de la producción interna, entre otros males y
distorsiones.
Sin lugar a
dudas CAP 2 intento enmendar los
errores de su primer mandato. “El Gran Viraje”, como su nombre lo indica, fue
un ensayo para corregir estas distorsiones. Desafortunadamente la cultura política
asociada al petro estado lo impidió. Los partidos políticos le dieron la
espalda y este tímido intento de poner en práctica un diseño a contrapelo con
el estado rentista fracasó.
Regresemos a
la sentencia con la cual iniciamos este breve escrito. A pesar de las
experiencias anteriores, el Socialismo del Siglo XXI insistió en seguir la
lógica que emana del petro estado. Amparado en un auge sin precedente en los
precios del petróleo el presidente Chávez procedió a sobredimensionar las
políticas estatistas que ya habían fracasado en el pasado reciente. Si “La Gran
Venezuela” constituyó una tragedia, “El Socialismo del Siglo XXI” es hoy día
una farsa. En la actualidad la población sufre dramáticamente las consecuencias
y las distorsiones que derivan de esta “maldición” petrolera.
Me parece
apropiado recalcar que esa cultura asociada al petro estado venezolano no ha
desaparecido. Tercamente aún se encuentra presente en nuestro inconsciente
colectivo. Quizá esa circunstancia cuenta para explicar las dificultades de la
oposición democrática para proponer un ideario que se diferencie en forma sustantiva
del que caracteriza institucionalmente al petroestado. El asistencialismo y sus derivados; cierto
providencialismo y una dificultad para conectar con la gente son los resabios
de esas dos experiencias: la que vivimos como tragedia y la que experimentamos hoy
día como farsa.
Es vital, en
consecuencia, la formulación de un nuevo
relato o proyecto país que se aleje de
este paradigma y enuncie un horizonte discursivo capaz de dotar de inéditas significaciones
a la práctica política.
Hasta aquí
esta apretada reflexión inspirada en el extraordinario documental de Carlos
Oteyza, “CAP 2 intentos”.
Sin lugar a
dudas, la política es así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario